Corsés apretados, sillines sicalípticos: bicicletas y sexualidad femenina en el siglo XIX

Nos pasa a todos. Es ver una bicicleta y… ufff, escalofríos recorriendo la espalda. Esa sonrisa tontorrona que se te pone, ese querer rozar con las yemas de tus dedos, ese embolingarse con las palabritas, ese qué ganas de quedarnos los dos solitos. Sí, amigos, es que la bici provoca deseos de lo más primarios. … Corsés apretados, sillines sicalípticos: bicicletas y sexualidad femenina en el siglo XIX