Descubriendo al General

«Había una bomba en la avioneta»

Panamá se convirtió en los años 70 en uno de los centros bancarios más fuertes del mundo, con un crecimiento similar al de la ciudad de Nueva York. Era el centro financiero más poderoso de Latinoamérica, y la idea de gobierno en la etapa del mandatario Omar Torrijos fue la de ser un referente,  sin ser una amenaza para Estados Unidos, su vecino del norte. Quería una Centroamérica socialdemócrata libre, respetuosa e independiente, pero no pudo ser.

La muerte del general Torrijos en un accidente de avioneta, y en extrañas circunstancias, hizo que Graham Greene se planteara escribir sobre aquel general al que había “aprendido a querer” durante los últimos años de su vida.  “Había una bomba en la avioneta.  Sé que había una bomba en la avioneta pero por teléfono no puedo decirte por qué” Aseguraba a Greene el jefe de seguridad del gobierno de Omar Torrijos.

Graham Greene acompañó a Torrijos en momentos tan trascendentales como las negociaciones con Estados Unidos sobre el Canal de Panamá. Fue el general Torrijos quien en 1977 firmó algunos de los tratados más importantes para la historia de Panamá. Los Tratados Torrijos-Carter que establecen la entrega progresiva de la administración del Canal de Panamá a Panamá, y el cierre de todas las bases militares estadounidenses en territorio panameño.

La primera vez que se publicó Descubriendo al General coincidió con el 80 aniversario del escritor Graham Greene y en México preguntaron a García Márquez qué traducción sería la más adecuada para Getting to know the general. Un libro en el que además de conocer un fragmento clave de la historia de Panamá se descubre también el paso de Greene por el espionaje y el por qué lo dejó.

Hoy, treinta años después de la primera publicación, Capitán Swing recupera la obra en una edición que cuenta con el prólogo Carta desde Panamá de Jon Lee Anderson. Una carta publicada por primera vez en The New Yorker, en el año 1999, en la que se ofrece un panorama político, económico y social de Panamá. La edición cuenta también con epílogos de Gabriel García Márquez,  quien califica a Greene como “amigo” y “ruleta rusa de la literatura”. “Graham Greene fue siempre a buscar sus fuentes de inspiración en lugares distantes y arriesgados”, escribe García Márquez.

Como escritor y periodista, Greene se interesó, en especial, por los países latinoamericanos.  En la novela El poder y la gloria, “dejó plasmada una visión fragmentaria, pero muy conmovedora de toda una época de México”, explica García Márquez. Visitaba a menudo las regiones y conocía a escritores y residentes. Viajes con mi tía tiene lugar en Paraguay, Nuestro hombre en La Habana, en Cuba y El Cónsul Honorario en Argentina. “¿por qué ese interés mío a lo largo de tantos años por España e Hispanoamérica? Tal vez resida en el hecho de que en esos países la política rara vez significa una mera alternativa de partidos políticos rivales, sino que siempre ha sido cuestión de vida o muerte”. Así reflexiona Greene en la carta que sirve de prólogo a la edición.

 

Perfiles de la Guerra Fría

 

El general Omar Torrijos llegó al poder en Panamá en 1968 tras un golpe de Estado, y desde entonces fue un personaje fundamental de todo el engranaje centroamericano. Creó una suerte de protectorado para todos los refugiados y exiliados que huían de las dictaduras latinoamericanas, y desde una posición paternalista instauró en su país un régimen con libertades limitadas aunque socialmente comprometido y muy alejado de las salvajadas de sus coetáneos Videla o Pinochet.

Seguramente con deseos de diferenciarse de estos dictadores tan al uso en la época, invitó al ya por entonces afamado y veterano escritor británico Graham Greene en diversas ocasiones a visitar su país, para que diera cuenta de lo que realmente ocurría allí. Greene encontró a un hombre cercano, comprometido, sobre todo, con una causa: la devolución del Canal y la Zona que lo bordeaba (bajo soberanía de EEUU), causa por la que estaba dispuesto a ir a la guerra.

Graham Greene dejó un interesante relato de sus visitas e impresiones en este libro autobiográfico que no disimula su admiración por Torrijos, Getting to Know the General. The Story of an Involvement (Penguin), y que ahora publica la editorial española Capitán Swing con prólogo de Jon Lee Anderson, con el nombre Descubriendo al general.

Dividido en cuatro partes (las de sus cuatro visitas: 1976, 1977, 1980, 1983), el libro relata los viajes de su autor por un país en construcción, lejos de la adulación personalista y la represión, y lastrado por la permanencia del Canal en manos de los americanos. Tal y como cuenta Greene, Panamá no contaba con ningún puerto comercial en todo el territorio, por lo que debía pagar enormes cantidades para usar el Canal, algo que encarecía sus exportaciones. Torrijos enlazaba los altos índices de pobreza con la permanencia del Canal en manos norteamericanas. Y Greene estaba de acuerdo.

Falta de crítica

En 1976 conoce Panamá y a Torrijos, con quien congenia enseguida, en 1977 forma parte de la delegación panameña que acudió a la firma del Tratado de devolución del Canal entre el presidente Carter y Omar (como ya entonces llamaba a Torrijos), en 1980 fue enviado a Managua como miembro de la delegación panameña a los fastos de celebración de la finalización de la Cruzada Nacional de Alfabetización con la que el Gobierno sandinista había erradicado el analfabetismo en Nicaragua, y en 1983 volvería para visitar el lugar donde había caído el avión de Torrijos, accidente o atentado (Greene duda) que le costó la vida al general.

Lo más interesante del libro está relatado en sus dos últimos viajes, pues tanto Torrijos como Paredes (el sucesor de Torrijos en la presidencia) le habían encargado diversas tareas de mediación e información, que el escritor siempre estuvo dispuesto a cumplir. Así, negoció junto al también escritor Gabriel García Márquez (autor del epílogo del libro) la liberación de diversos presos en manos de algunas de las siete guerrillas salvadoreñas, o visitó a Fidel Castro en nombre de Paredes para hacerle ver que, pese a la muerte del general, la política exterior del país seguiría la misma línea. Tal y como él mismo le dijo a Fidel, no llevaba ningún mensaje pues el mensaje era él mismo. Hasta ese punto había llegado a ser alguien identificado con la persona y la acción política de Torrijos.

Se achacó a Greene una descarada y obtusa falta de crítica (por ejemplo, da cuenta de la extraña proliferación de bancos, pero no se pregunta ni investiga la razón), aunque esta admiración casi incondicional no hace menos interesante este libro, memoria viva de la Guerra Fría, escrito por uno de sus más insignes narradores.

Antonio G. Maldonado

Graham Greene publica “Descubriendo al general” sobre Omar Torrijos

 

Fue muy amigo del general panameño Omar Torrijos, que rigió los destinos de su país durante un período prolongado. El célebre escritor británico Graham Greene (1904 – 1991) quiso publicar, con motivo de su 89 cumpleaños, un libro que relatara su personal amistad de cinco años con el personaje político hispano-americano en el libro titulado “Descubriendo al general”, hoy reeditado por la editorial capitán Swing.

Omar Efrain Torrijos Herrera (1929 – 1981), oficial del ejército, tio un golpe de Estado en 1968 y la Constitución lo nombró “Lider máximo de la Revolución Panameña”. Graham Greene conectó bien con este personaje que murió en un extraño accidente de aviación y de ello quiso dejar constancia como escritor.

Torrijos soñaba con una Centroamérica socialdemócrata libre, respetuosa e independiente de Estados Unidos, pero no pudo ser. Su extraña muerte abortó las intenciones y el empeño. Un hijo de Omar Torrijos llegó a ser presidente de Panamá en 2004 – 2009.

El libro “Descubriendo al general”, de más de doscientas páginas, lleva un prólogo de Jon Lee Anderson y varios epílogos de Gabriel García Márquez, algo que lo hace particularmente especial. García Márquez escribió de Graham Green: “Él me enseñó una manera de ver el Caribe. Me enseñó a lograr que hiciera calor en los libros”.

“Graham Greene: La ruleta rusa de la literatura” es el título de uno de los epílogos de García Márquez, donde dice que el escritor británico “nos concierne a los latinoamericanos, inclusive por sus libros menos serios. En El poder y la gloria dejó plasmada una visión fragmentaria, pero muy conmovedora de toda una época de México”.

En “De mi amigo Greene” dice: “Greene era un maestro para dar un ambiente o una situación con un solo trazo. ¿Qué tal esta?: “Tal vez la tierra sea el infierno de otros planetas”.

“Descubriendo al general” es un libro que vale la pena leer porque allí está el buen escritor que fue Greene y la Hispanoamérica que él conoció y reflejó en sus libros, que siempre contaron con numerosos lectores.