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Laura Bates: “Cuesta admitir que los hombres blancos pueden ser terroristas”

Por La Vanguardia  ·  19.05.2023

La escritora británica publica ‘Los hombres que odian a las mujeres’ una investigación sobre los grupos que crecen a la sombra de la manosfera, el rincón más misógino de internet

La escritora Laura Bates en un aula del CCCB de Barcelona
La escritora Laura Bates en un aula del CCCB de Barcelona. Ana Jiménez.

Que sepamos, en los últimos años ha habido más de 100 víctimas, entre muertos y heridos, de ataques cometidos por los incel : una comunidad online de hombres resentidos con las mujeres por no querer tener sexo con ellos. Se autodenominan “célibes involuntarios” y se creen víctimas de un mundo dominado por pérfidas féminas que les niegan el “derecho” al coito. Crecen al abrigo de la manosfera, el rincón más misógino de la red, donde conviven con otros grupos como (ejem) los artistas del ligue o el movimiento por los derechos de los hombres. La escritora británica Laura Bates se sumergió durante un año en esa red de testosterona y odio, fruto de su investigación publica Los hombres que odian a las mujeres (Capitán Swing).

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Sostiene que no se habla de terrorismo para definir las masacres en nombre de la ideología ‘incel’ porque tenemos miedo de ofender a los hombres.

El miedo a ofender a los hombres se considera más importante que la vida de las mujeres. Hay una convergencia entre dos puntos ciegos. Primero el racismo: nos cuesta reconocer que los hombres blancos pueden ser terroristas. Y segundo la misoginia: tenemos dificultades para concebir la violencia contra las mujeres como extrema porque está tan normalizada y aceptada que es muy difícil reconocerla como algo lo suficientemente grave como para merecer una palabra como terrorismo. Pero cumple con todas las definiciones internacionales. Hay personas siendo preparadas y radicalizadas en internet contra un grupo demográfico específico -las mujeres-, a las que se incita a cometer actos de violencia masivos en nombre de infundir miedo entre ese grupo y promover esa ideología. Y lo están haciendo. Pero lo ignoramos una y otra vez.

Violencia ‘incel’

“El miedo a ofender a los hombres es más importante que la vida de las mujeres”

¿No le damos importancia a lo que ocurre en la red?

Es una radicalización con total impunidad. Pero también quedan impunes los ataques online contra las mujeres. Se ha vuelto completamente normal que las mujeres políticas sean bombardeadas con amenazas de violación o muerte.

Habrá quien diga que los hombres también reciben amenazas…

Hay una diferencia entre alguien que no está de acuerdo con un político y alguien que le dice a una mujer política que la va a violar hasta que se quede callada.Lee también

Los foros misóginos no paran de crecer, pero sería un error fijarse solo en los usuarios. ¿Se está filtrando esta ideología?

En Estados Unidos, el 27% de los hombres dicen que no tendrían una reunión a solas con una mujer en el trabajo por miedo a una denuncia. No significa sean miembros de foros incel , es posible que ni siquiera hayan escuchado esa palabra, pero esa es una conspiración que se origina en estos foros. En España, una quinta parte de los jóvenes piensa que la violencia de género es un invento. El impacto es significativo y lo que es preocupante es que hay muchos políticos en todo el mundo, desde Vox en España, hasta Donald Trump y otros en los EE.UU., en el Reino Unido, Australia… que ven que estas actitudes resuenan entre los votantes y sacan rédito de respaldar ideas antifeministas.

¿Qué está pasando para que este tipo de mensajes resuenen entre tantos hombres?

El miedo es increíblemente efectivo y crea una gran cantidad de interés y atención. Y eso crea interés financiero. Por ejemplo, Andrew Tate está explotando económicamente a jóvenes vulnerables para su beneficio. Sus ideas han tenido 11.400 millones de visitas solo en TikTok, más que la población del planeta. Luego los grandes medios de comunicación capitalizan la controversia que crea y los clicks que genera. Mucho de esto tiene que ver con el dinero.

Laura Bates -escritora Ana Jiménes

Critica que las grandes tecnológicas promueven estos mensajes porque hacen que los usuarios sigan conectados. ¿Se alimenta la misoginia por negocio?

Ni siquiera lo hacen de forma deliberada. Sus algoritmos están programados para mantener a los usuarios conectados. Para ello les ofrecen contenido cada vez más extremo. Puede ser inofensivo si comienzas viendo un video sobre correr y acabas viendo concursos de Ironman, pero importa si comienzas a ver un video sobre mujeres y acabas viendo vídeos en los que te dicen que las mujeres se están apoderando del mundo, que la brecha salarial y de género es un mito, que tal vez las mujeres no deberían tener derechos y deberían ser esclavas sexuales. Es una radicalización reforzada algorítmicamente y las empresas se benefician económicamente de ello.

Cada vez más jóvenes dicen sentirse víctimas del feminismo

Por primera vez los hombres tienen puntos de vista mucho más extremos y conservadores en términos de misoginia y de roles de género que generaciones pasadas.

Vasos comunicantes

“La extrema derecha ve en el antifeminismo una forma de atraer
a los jóvenes”

¿Hay conexión entre la misoginia y la extrema derecha?

La extrema derecha ve la misoginia como una puerta de entrada, una forma de atraer a los jóvenes. No se puede separar una ideología de la otra. La ideología incel es explícitamente racista. Tienen una terminología increíblemente racista para las mujeres de color, están furiosos con las mujeres que eligen tener sexo con hombres negros. Por otro lado, a menudo no se reconoce cuán profundamente misógino es el supremacismo blanco. Ven a las mujeres blancas como una mercancía deshumanizada, hablan de la esterilización de las mujeres de color… Lo puedes ver en los manifiestos sobre la “Sharia blanca” o la teoría del gran reemplazo. La gran mayoría de supremacistas blancos que cometen tiroteos masivos tienen antecedentes de violencia sexual o doméstica contra mujeres.

¿Y qué podemos hacer?

Los grandes medios tienen un papel importante. La radicalización en las redes está habilitada y lubricada por la forma en que los medios retratan el progreso feminista. Cuando lanzan preguntas como “¿Es el Me Too una cacería de brujas?”, “¿Ha ido demasiado lejos el feminismo?”… Lo que están haciendo es facilitar el reclutamiento de hombres jóvenes en la misoginia extremista. Al introducir estos conceptos en cultura dominante, los legitima.Lee también

¿Está vinculado con que la mayoría de los medios siguen dirigidos por hombres blancos?

Tremendamente. En el Reino Unido las mujeres solo escriben una cuarta parte de los artículos de primera página y los escalafones más altos en las redacciones están dominados por hombres blancos. Lo mismo ocurre en la política. Esperamos que nuestros políticos tomen medidas, pero 56 miembros del parlamento están bajo investigación por conducta sexual inapropiada. Casi el 9% de nuestros representantes. ¿Cómo podemos tener fe en esa institución para abordar estos asuntos?

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