El antídoto natural
Cuando el noruego Torbjorn Ekelund supo que era epiléptico, también le comunicaron que novolvería a conducir. «He oído hablar de gente que vive el hecho de no poder usar el coche comouna carga mayor que la enfermedad en sí. ¿Cómo me afectaría a mí?», se preguntó Ekelund. A laspocas semanas percibió una sensación «liberadora. Modifiqué … El antídoto natural