En este caso, la recomendación puede resultar absurda, pero vean la serie antes de leer este estupendo libro. Ahora mismo pueden verla por diversos canales —que conviene no precisar— hasta la cuarta temporada, y nos prometen que en marzo de 2011 estará lista la quinta. La propia serie se ha convertido en un ejemplo de “meta-publicidad”, vendiéndonos el producto en pequeñas dosis y con mil restricciones.
El libro, Guía de Mad Men. Reyes de la Avenida Madison, no es un compendio para mitómanos; es un examen exhaustivo de cada uno de los personajes, colores, situaciones que se nos ofrecen en cada capítulo. Está muy bien estructurado, con una presentación inicial seguida de la biografía artística de los actores principales, para desgranarse a continuación, capítulo por capítulo, las dos primeras temporadas. En cada episodio encontraremos siempre el mismo esquema de análisis: resumen del capítulo, la filosofía de Mad Men, momento de época, campaña publicitaria, cóctel destacado y lugar de Manhattan. Cada una de las campañas publicitarias responde a un caso real en el que se cambian los nombres comerciales pero que son fácilmente reconocibles. Asistimos a todo el proceso de creación de la idea, de presentación al cliente, de éxito y de decepción, aunque siempre visto desde el lado del glamour porque, al fin y al cabo, se trata de una serie de entretenimiento para AMC, no de un documental.
Tras la presentación de los capítulos, la edición de Capitán Swing incorpora hasta once artículos de análisis de varios autores (la mayor parte de universidades españolas) que ilustran, desde el punto de vista de la filosofía del arte, la sociología, la comunicación, su propia reflexión sobre la serie. Es especialmente interesante el análisis de Erlend Hammer. Ellos tal vez nos ayuden a comprender por qué todos queremos odiar a Don Draper (protagonista de la serie) pero no queremos que deje de salir en cada plano para saber más sobre su tortuosa vida. Este actor está tan caracterizado y definido que es difícil soportarlo en otro papel. En una película de los últimos meses: The Town, dirigida por Ben Affleck, Jon Hamm interpretaba a un sagaz jefe de policía. Lo intenté pero no pude creérmelo; era un publicista vestido de uniforme.
El trabajo de edición de Capitán Swing está muy bien realizado, con una cubierta que muestra las famosas camisas sin rostro. Todo está lleno de referencias a la serie, a los recursos publicitarios. La traducción a cargo de María Luisa Rodríguez Tapia se entiende perfectamente y creo que logra transmitir la idea principal de la gran serie del guionista Matthew Weiner: “Mostrar referencias culturales listas para ser analizadas, temas de debate para ser discutidos y glamour para ser admirado”.
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