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Un libro reúne a algunas de las mujeres más radicales de la historia

Por Yorobobu  ·  08.01.2019

La escritora Kate Schatz y la ilustradora Miriam Klein Stahl han recogido en un libro 40 perfiles biográficos de mujeres radicales que han hecho historia, a pesar de que la historia se haya empeñado en silenciar a muchas de ellas.

Atletas, escritoras, activistas, cantantes, políticas, filósofas, científicas… Hasta una punk y una pirata se dan cita en Mujeres radicales del mundo, editado en España por Capitán Swing.

Según el dicho popular, «la historia la escriben los vencedores». Aunque sea algo que se pueda deducir de ese sustantivo en masculino plural, no está de más aclarar que, tradicionalmente, ha coincidido que esos vencedores también han sido hombres. Hombres capaces de someter a otros hombres y, especialmente, a mujeres.

Que el refrán sea cierto no quiere decir que sea aceptable. Al menos eso es lo que pensó la escritora Kate Schatz. «Estoy de acuerdo en que la historia la escriben los vencedores, pero también diría que la historia la escriben los escritores», explica Schatz. Por tanto, como escritora y mujer que es, decidió componer Mujeres radicales del mundo con el fin de sacar a todas estas mujeres de un olvido que, en algunos casos, dura siglos.

«No exagero si digo que escribir este libro fue un refugio para mí. Un recordatorio de las distintas realidades del sufrimiento histórico y de la enorme capacidad para el amor y el cambio», explica Schatz en un texto que se incluye en el volumen. «Cuando las fuerzas del mal parecían dominar lo que ocurría en el mundo, estos relatos me recordaban que las mujeres han vencido, se han defendido, han liderado, han creado, han inventado, han logrado y han triunfado. Hemos escalado montañas, hemos plantado árboles, hemos cruzado continentes. Hemos protegido la tierra y el lenguaje. Siempre hemos estado ahí. Y siempre estaremos».

En las primeras páginas de Mujeres radicales del mundo, las autoras proponen un juego al lector. «Cierra los ojos y piensa en un pirata», le dicen. «Ahora, en un espía. Piensa en un presidente. En un guerrero en plena batalla. En un pintor célebre. En un programador informático. En un médico. En un futbolista. En un faraón…». Aunque a algunos les pueda resultar llamativo, todas esas actividades han sido también realizadas por mujeres a lo largo de la historia.

Mujeres revolucionarias como Qiu Jin, Emma Goldman o Policarpa Salavarrieta, «la Pola»; escaladoras como Junko Tabei, Liv Arnesen y Ann Bancroft; faraonas como Hatshepsut; futbolistas como la brasileña Marta; reinas como la hawaiana Lili’uokalani, que también era compositora de música; o la científica filipina Fe del Mundo.

Fe del Mundo fue la primera mujer que se graduó en Harvard, aunque no fue sencillo. En un primer momento fue aceptada por dicha universidad porque los funcionarios de la institución creyeron que Fe era nombre masculino. Cuando llegó al campus, Fe del Mundo vio cómo se le negaba la entrada porque, todavía en 1936, Harvard no aceptaba mujeres. Al final, el talento de la alumna era tal que los responsables de la universidad prefirieron cambiar las normas de admisión a hacer que regresara a su país.

El libro incluye un total de 40 historias sobre mujeres, procedentes de 30 países. Sin embargo, como explican las propias autoras, «hay casi 200 países en el mundo, ¡así que podrían ser fácilmente hasta 40.000 historias!».

Por esa razón, animan a los lectores a que continúen descubriendo más mujeres admirables por su cuenta. Para facilitarles la labor, adjuntan una lista de 250 nombres organizados por nacionalidades. En el caso de España, las sugeridas son la atleta olímpica Teresa Perales, la científica margarita Salas, la poeta anarquista Lucía Sánchez Saomil y la pintora surrealista Remedios Varo.

Para finalizar, Kate Schatz y Miriam Klein Stahl recuerdan a los más despistados que su libro no es solo para mujeres. En realidad, Mujeres radicales está pensado para «niñas y niños, docentes, padres y madres, jóvenes y ancianos», porque su objetivo último, además de contar esa historia que no ha sido contada, es la de ayudar a que ese público encuentre en esas vidas «inspiración, estímulos y sorpresas» para que «todos y todas tengamos el valor de ser radicales».

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