El 19 de julio de 2007 el canal AMC estrenó en Estados Unidos la serie “Mad men”, y ya nada volvió a ser lo mismo. El producto había madurado en la mente de un superdotado guionista y productor de “Los Soprano”, Matthew Weiner.
Las aventuras del ejecutivo publicitario Don Drapper se situaban con precisión en la América de los años 50 y comienzos de los 60 –Kennedy, misiles de Cuba, derechos civiles…– donde el machismo y el fumar y beber –sobre todo el beber– en el trabajo eran tan naturales como respirar.
Un producto visualmente impactante y profundo a la hora de elegir a sus referentes narrativos –los “ganadores” de Scott Fitzgerald, los personajes con doble fondo de Cheever…–para mostrar la insatisfacción del capitalismo y poner solfa el arquetipo del triunfador. Enseguida la serie se convirtió en un referente imbatible de calidad, una concepción de la ficción televisiva donde cada capítulo está realizado como si fuese único y cuya contraposición con otras series de pretendida calidad (“House”, “Perdidos”, etcétera.) sería, sencillamente, cruel. El presente volumen, editado con su habitual competencia por Capitán Swing, ofrece un análisis sutil de las historias de la serie, con interesantes artículos sobre sus claves visuales, narrativas y sociológicas.