10º Aniversario
¡El capitán cumple diez años!
descúbrelo

“Trabajar menos horas es una de las claves de la felicidad de los nórdicos”

Por Diario de Sevilla  ·  05.04.2017

-Su primera incursión en Dinamarca, el país más feliz del mundo, no le dejó una gran huella.

-Noruega le acaba de arrebatar el primer puesto, pero sí. El problema pienso que estaba en mí, en cualquier caso: regresé unos años más tarde porque estaba convencido, y lo sigo estando, de que es el mejor de los países en el mundo para que los niños crezcan. En Dinamarca, el niño es el depredador en lo alto de la cadena alimenticia: todo está diseñado para apoyar y ayudar a las familias. Incluso Copenhague tiene facilidades inmensas al respecto.

-Dígame la verdad sobre el famoso y fabuloso, o no tanto, concepto de hygge.

-El tiempo de calidad, con los tuyos, los pequeños placeres en casa. Recientemente han salido un montón de libros hablando de toda esta maravilla del hygge, y es una absoluta mierda. Es muy difícil para un extranjero aceptar todas las reglas implícitas a su alrededor, ya que es como una especie de ritual muy cerrado. No es fácil entenderlo además, en países septentrionales, donde el pasárselo bien, por decir, tiene lugar fuera de casa. Por eso los daneses gastan muchísimo dinero en sus casas, en los muebles, en decoración.

-Leyendo toda esta información sobre daneses y noruegos (trabajan muchas menos horas que el resto de Europa, más del 20% en edad de trabajar no lo hace…) me siento idiota. ¿Por qué arrastramos los europeos del sur con esa fama de vagos, de buenos para nada?

-(Risas) Bueno, yo no creo eso. Desde luego, los países nórdicos trabajan menos horas que los septentrionales, pero ésa es también una de las claves de su felicidad.

-Hay una cosa que tenemos en común, sin embargo: el mercado negro.

-Con una norma impositiva de al menos la mitad de tu salario, es lo más normal del mundo. También está relacionado con otra de las características más sobresalientes de los daneses, la confianza en los demás y que se quiere formar una sociedad más eficaz, más efectiva.

-Se dice que los daneses se rigen, casi por inercia, por la “ley de Jante”, que incluye máximas como: no eres mejor que nadie ni más inteligente que el resto, no creas que los demás se preocupan por ti… Dios mío, es como vivir con mi madre.

-Tiene ese espíritu de reverendo calvinista o luterano, como estar constantemente con tu suegra… No lo expresan directamente, claro. Pero luego también tiene cosas buenas, como el autocontrol, que nadie te mire por encima del hombro… Por eso yo creo que los escandinavos interesan tanto, y han conseguido globalizar estos valores e incluso comercializar un cierto estilo de vida, con un alto interés en la familia, el equilibrio existencial entre trabajo y placer… Una serie de valores muy simples, quizá algo anticuados, que han conseguido hacer modernos, porque ahora son lo realmente moderno. Trabajar a destajo, para ellos, es un sinsentido, un horror.

-A la hora de explicar la crisis financiera islandesa, el libro apunta que se comportaron como Vikingos 2.0.

-Sí, ¿y sabes qué? Cualquiera habría hecho lo mismo en su situación. Como en el caso de encontrar una billetera en el suelo: piensas que si te ocurre, serás buena persona e irás a la comisaría, pero después, a la hora de la verdad… A ellos les salió mal, claro. Aun así, consiguieron hacer un fantástico ejercicio de publicidad de todo ello.

-Petróleo y gas copan el 50% de las exportaciones noruegas y apenas invierten en I+D… ¿no están, no sé, asustados?

-Los noruegos se han topado con la marmita de oro del mundo, y lo saben. Se sienten seguros al respecto, porque su sistema de inversiones, a pesar de todo, es fuerte. Lo único que les preocupa es Rusia.

-Su favorito de los países nórdicos es Finlandia.

-Desde luego. Tienen un sentido del humor seco, sorprendente. Han demostrado una fortaleza extraordinaria desde la II Guerra Mundial, son una gente orgullosa, resiliente, incluso rechazaron el Plan Marshall tras la terrible Guerra de Invierno y la destrucción nazi. Jugaron un papel muy importante con la URSS y vuelven a servir de puente entre Occidente y Rusia. Son tan modestos que pensaban que los primeros informes PISA sobre educación debían estar equivocados. Y aunque las cifras totales del problema con la bebida no son malas, sí que no saben controlar el cómo beben. Además, tienen un problema económico con Nokia y no muchos más recursos… Pero ellos confían, y yo confío, en su sisu.

-Los suecos serían el epítome de esta Gente casi perfecta. ¿Un defecto terrible, como consuelo?

-Quizá sean los más conformistas a nivel social, sus vecinos los ven como a un rebaño de borregos. Pero no creo que se les pueda decir nada: son gente increíble, impresionante, profundamente humana. Ahora hacen frente a un gran reto: necesitan la inmigración para mantener su economía pero hay un ascenso terrible de los partidos de extrema derecha, tema del que ni quiero hablar.

Ver artículo original