Ian Mortimer, doctor en Historia, nos invita a dar un ‘tour’ por la Inglaterra medieval Soy de Devon, al sur de Inglaterra. Casado, tengo tres hijos. No me gustaría ser político, he sido 14 años representante local para los parques naturales y ya tuve bastante. A mí me apasiona la gente, tanto en el pasado como en el presente. Saber cómo es estar vivo en cualquier época. Creo en la humanidad. Tiene dos doctorados en Historia por la Universidad de Exeter. No cuenta la historia, la vive y te la hace vivir.
Mortimer es especialmente conocido por sus cuatro Guías para viajar en el tiempo : un recorrido por la Inglaterra medieval e isabelina y la Gran Bretaña de la restauración y de la regencia. Yo me embarco con él en su cápsula del tiempo, nos trasladamos al siglo XIV, a la edad media y puedo oler, ver y sentir. A través- de relatos domésticos, las crónicas diarias, cartas y los poemas de la época, Mortimer nos transporta al pasado y nos narra esa vida cotidiana, pequeña y mundana que los historiadores tradicionales suelen ignorar. Guía para viajar en el tiempo a la Inglaterra medieval (Capitán Swing), manual jugoso.
“Para entender mi propia época debo entender otras épocas y ese fue un mundo completamente diferente”. Lléveme de paseo por la Inglaterra medieval. Tápese la nariz. ¡ Las villas del siglo XIV apestan ! El riachuelo que serpentea por allí sirve de vaciadero de basuras y excrementos. Flotan entrañas de animales. Sí, y heces humanas, huesos y carne en putrefacción, el mismo olor de las enlodadas callejuelas más pobres del lugar.
¿La gente viene a comerciar a la villa?
Sí, o a la ciudad más próxima. Los ladrones penden de la horca en los cruces de caminos y las cabezas de los traidores están clavadas en las puertas principales de las ciudades.
¿Londres también es así?
Es una gran urbe de 10.000 almas con su bullicio mercantil donde los comerciantes llegados de las lejanas regiones del Mediterráneo y el Báltico venden espléndidas ropas. ¡Colores muy vivos y telas aterciopeladas ! Son símbolo de riqueza, pero por sus calles encontraremos los mismos cubos de agua pútrida que en las villas. Fíjese en la cantidad de gente joven que hay por las calles. Son la gran mayoría, es sorprendente. Sí, pero solo tienen el cincuenta por ciento de posibilidades de llegar a los 21 años.
¿Gente joven con autoridad?
Sí, a los 16 años ya participan en justas y torneos y van a la guerra. Es una sociedad muy distinta solo por ese motivo, es jerárquica y cruel, especialmente con la gente enferma, y recurren a la violencia con mucha facilidad. Ese tipo va hecho un guarro. Cuidado, aquí te rajan a la mínima, la tasa de mortalidad es altísima comparada con el mundo moderno. Fíjese que todas las personas con las que nos cruzamos llevan cuchillo.
¿Las casas están limpias?
La gente que tiene dinero puede vivir bastante bien, tienen criados y casas robustas y hermosas, pero para nosotros no son confortables. La cocina está fuera para evitar incendios, y en el campo las letrinas también. No tienen chimeneas. No, hacen un fuego en medio de la habitación y duermen alrededor todos juntos. Déjeme- que le cuente algo curioso: en la baja edad media la esperanza de vida de las mujeres era más baja.
¿Por qué?
Falta de hierro. Cuando se empezaron a utilizar ollas de hierro en el siglo XIII y XIV, absorbían mucho mejor el hierro de la carne y los vegetales y empezaron a vivir más años.
¿Aquí nadie está solo nunca?
No, siempre están rodeados de familiares, compañeros de trabajo, de los miembros de las cofradías religiosas, de la parroquia…
¿Llevan ropa interior?
Solo los hombres. La ironía es que se puede trazar la evolución de la ropa interior masculina a través de las imágenes de ejecuciones porque los desnudaban, y los religiosos que las pintaban les ponían ropa interior. La ropa interior femenina empezó a utilizarse después del siglo XIV. ¿Lo de bañarse no es muy habitual?
Después de un largo viaje todos se lavan los pies; y las manos antes y después de comer. Bañarse es símbolo de estatus, y como hay poco tabú con la prostitución, y son las prostitutas las que gestionan los baños públicos, son muy muy populares.
¿Y cómo son? Grandes bañeras de madera comunitarias. Pero son para gente con dinero. En la década de 1480 el Parlamento se tuvo que interrumpir porque la mayoría de sus miembros estaban en un baño público. No han cambiado mucho las cosas, ¿verdad? Hay cosas que parecen consustanciales al bicho humano. A finales del siglo XV dejaron de bañarse.
¿Y eso?
Surgió la sífilis y se propagó la idea de que era peligroso meterse en el agua, confundieron el contacto sexual con las prostitutas que gestionaban las casas de baños con el hecho de bañarse.
¿La gente goza de libertad?
A finales del siglo XIV ya no quedan esclavos en Inglaterra, pero la mayoría son siervos atados a la tierra que deben pedir permiso hasta para casarse. No gozan de libertad, está claro. En ese sentido, la peste negra supuso la mayor fuerza de cambio, porque la mitad de la población de Inglaterra murió y había tan poca gente que empezaron a vender su fuerza de trabajo en lugar de obedecer.
¿Cómo se divierten en la edad media?
Beben, comen, juegan al backgammon y a las tabas, bailan y cantan. La gente se reúne mucho. En el siglo XIV ya se jugaba al fútbol y se prohibió para animar a la gente a practicar el tiro con arco que les parecía más inglés.
¿Las mujeres lo tenemos mal?
Sí, un matrimonio es una entidad legal que representa el marido, la única regla para él es que no puede matarla, aunque sí pegarle. Pero cuando ellas enviudan, hacen lo que quieren, incluso ejercer el oficio del marido. A las viudas les va mucho mejor que a las casadas. Ian Mortimer, doctor en Historia, nos invita a dar un ‘tour’ por la Inglaterra medieval
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