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Steve Keen: “Schiller es casi el único Premio Nobel de Economía cuyas contribuciones tienen mérito”

Por Huffingtonpost  ·  03.06.2021

El paradigma económico actual es sencillamente falso. Esa es la idea principal del economista australiano Steve Keen, autor de La economía desenmascarada, que acaba de publicar en español ¿Podemos evitar otra crisis financiera? (Capitán Swing, 2021).

Este economista heterodoxo cree que la economía neoclásica sigue corriendo hacia adelante como el coyote: sin ningún suelo bajo sus pies. He tenido la suerte de conocer personalmente a Steve y lo he entrevistado en varias ocasiones. Esta es nuestra tercera conversación pública, donde Steve Keen ataca de nuevo:Thanks for watching!PUBLICIDAD 

PREGUNTA: Usted ha destripado sin piedad la economía del cambio climático del Premio Nobel William Nordhaus. ¿Sabe si él ha decidido responder a sus críticas, aunque sea indirectamente?

RESPUESTA: Una organización estudiantil de la Universidad de Cambridge intentó organizar un debate entre Nordhaus y yo. Me contaron que recibieron una respuesta agresiva y que les bloquearon la dirección de correo electrónico.

En honor a la verdad, no me interesa debatir con Nordhaus porque eso implicaría que hay algo valioso en sus puntos de vista. No lo hay. He preferido mostrar que su obra es de una calidad ridículamente baja y que nunca debería haberse tomado en serio. Debatir con él le otorgaría demasiado respeto.

Para poner su comportamiento en su debido contexto, hay que decir que él está comprometido con un paradigma que asegura que el capitalismo puede sofocar cualquier alteración y regresar al estado de equilibrio. Nordhaus será el último en reconocer que su obra es peligrosamente mala porque tendría que admitir que su paradigma (su sistema de creencias) estaba equivocado. Tener un sistema de creencias es propio del ser humano, así que admitir que tu sistema de creencias es falso puede causar una crisis existencial en la mayoría de las personas.

P: Asocio la complejidad con el efecto mariposa, un efecto dominó que nos lleva de la microeconomía a la macroeconomía. ¿Es esa la manera de entender la complejidad económica? Me pregunto si por ejemplo causará algún cambio que finalmente retiren las monedas de uno y dos céntimos de euro.

R: El efecto mariposa es el resultado de algunos procesos que interactúan amplificándose entre sí. No hay ningún efecto amplificador en eliminar monedas de escaso valor, pero eliminar dinero en efectivo sí podría tener efectos notables con consecuencias imprevistas, como la caída brusca de ingresos de personas sin hogar, lo que a su vez podría elevar los crímenes y así sucesivamente.

P: ¿Cuál es el mayor problema de la sanidad en términos económicos? Sospecho que las grandes farmacéuticas…

R: Ver la salud como un beneficio individual en lugar de tratarlo como un beneficio colectivo. Este es, de hecho, un buen ejemplo del efecto mariposa: si acabas con las malas condiciones sanitarias, reduces las enfermedades de quienes cuentan con buenos recursos médicos. El principio que regía en el sistema de salud nacional británico me parece el correcto: “La salud de uno es la salud de todos”.

En cuanto a las farmacéuticas, la innovación actual no la realizan los empresarios, sino los científicos. Sería preferible tener un centro de investigación público bien financiado para la prevención de enfermedades, con investigadores bien pagados, y con medicamentos distribuidos al precio de coste o subvencionados, que las actuales big pharma.

P: El economista Ha-Joon Chang escribió que más inversión en educación no suponía necesariamente una educación de calidad. ¿Cuál es su opinión al respecto?

R: Una vez más, la educación es un beneficio general: una ciudadanía educada es una barrera contra las decisiones colectivas estúpidas. No se puede atacar a la gente por sucumbir a la desinformación si se le ha quitado los medios para distinguir la buena información de la mala. Esta es una de las ocasiones en las que anteponer los beneficios privados nos lleva por mal camino (por ejemplo, priorizar el beneficio privado de un individuo cuya educación le lleva a ser médico por encima de los beneficios públicos de un país con una plantilla médica amplia y bien formada). Existen algunas cosas propias de una sociedad próspera y estas deberían ofrecerse a los ciudadanos, no esperar a que los ciudadanos las busquen por su cuenta.

P: ¿Y qué me dice del valor económico de la cultura? ¿Cómo medimos eso, si es que realmente se puede?Suponga que he escrito una novela muy buena para la literatura, pero que no va a ser ningún best-seller.

R: Por eso me gusta la idea de la renta básica universal: un pago del Estado a todo ciudadano que le permita sobrevivir, pero no prosperar. Esa ayuda te dejaría asumir cierto riesgo con tu libro: renuncias a trabajar y esperas a que tu obra guste a los compradores. Creo que eso permitiría que se produzcan más innovaciones al mismo tiempo que permitiría prosperar a aquellos cuyas innovaciones tienen éxito.

P: Robert Shiller ha escrito un libro, Narrativas económicas, sobre el impacto económico de las fake news y los mensajes virales. ¿Su obra va en la buena dirección?

R: Robert Schiller es casi el único Premio Nobel de Economía cuyas contribuciones tienen mérito. Tiene razón en que la economía tiene más que ver con contar historias que con explicar el capitalismo.

Schiller es casi el único Premio Nobel de Economía cuyas contribuciones tienen mérito

P: Muchas gracias por esta tercera entrevista que me concede. Ojalá no sea la última.

R: Gracias a los intereses creados y a los economistas neoclásicos, me temo que nos vamos a enfrentar a una crisis existencial como civilización, aunque espero que no como especie. Necesitaremos una cultura que anteponga la vida en la Tierra a todos los demás valores. Tenemos que dejar de vernos como los grandes beneficiarios del planeta y convertirnos en los grandes protectores del mundo. Eso haría que una mentalidad capitalista, e incluso una humanista, tenga una importancia secundaria en la preservación de la vida y en la extensión del conocimiento. Espero que veamos ese futuro, pero para llegar ahí me temo que primero vamos a tener que pasar por un infierno.

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