- Entrevista con el periodista Antony Loewenstein, autor de “El laboratorio Palestino” y Shir Hever, coordinador de la campaña BDS y director de la Alianza por la Justicia entre Israelíes y Palestinos.
Israel ha convertido Palestina en un laboratorio de máxima seguridad y a los palestinos en sus cobayas. Con ellos experimenta desde hace más de cinco décadas su tecnología militar: sus armas y sus programas de vigilancia, que luego exporta orgulloso con el sello “Probado en combate”. Israel es hoy el décimo vendedor mundial de armas y sistemas de vigilancia masiva. Sus herramientas de ocupación y represión han llegado a 130 Estados de todo el planeta.
Para adentrarnos en ese macabro laboratorio en que Israel ha convertido a Palestina, hablamos con Antony Loewenstein, periodista australiano de origen judío, autor de “El laboratorio Palestino. Cómo Israel exporta la tecnología de la ocupación” (Capitan Swing). Un trabajo en el que explica cómo la ocupación de Cisjordania y Gaza ha proporcionado al Estado israelí una experiencia incalculable en control, vigilancia y sometimiento de una población para luego exportar sus conocimientos «probados en combate».
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