Creo que los medios de comunicación, agentes sociales, gobiernos y familias tienen un papel esencial de divulgación y conocimiento, en el que se pueda dar a conocer y honrar a las personas cuyos inventos han hecho del mundo un lugar mejor, garantizando que el ingenio continúe prosperando en las manos de las generaciones venideras. Esta creencia debe impulsar una misión: reconocer a dichas personas, indistintamente de su género, raza o creencia, la rica e innovadora historia que ha inspirado -y lo sigue haciendo- la creatividad y el espíritu de innovación y emprendimiento de actuales y futuras generaciones.
La humanidad ha experimentado un cambio profundo en los últimos 100 años. En un mundo donde las mujeres constituyen principalmente la mitad de la población, por lo que clara y sencillamente no podemos permitirnos ignorar este dato, tienen la misma (a veces más) capacidad intelectual que puede tener un hombre, y por tanto, son vitales y esenciales para el progreso de la sociedad civilizada.
El pasado 11 de febrero se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Proclamado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Hoy, en muchas partes del mundo todavía no se reconoce a la mujer como igual, y eso es penoso. Para comprender el cambio y el papel que las mujeres han desempeñado en él, debemos recopilar, indagar, sumergirnos en pilas de papeles y libros para mostrar al mundo quiénes fueron esas mujeres decisivas para lograr los cambios para la igualdad de género.
Actualmente hay un debate sobre la brecha salarial y sobre la huelga del próximo 8 de marzo. Pero lo que es cierto es que a muchas mujeres a lo largo de la historia se las ha silenciado y sobre todo, se las ha apartado de aquellos grandes descubrimientos que han fomentado el desarrollo de la humanidad. La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, están todavía insuficientemente representadas en estos campos.
La autora e ilustradora Rachel Ignotofsky ha creado una magnífica antología gráfica sobre la historia y la ciencia protagonizada por unas mujeres luchadoras y pioneras en su época, por conseguir aquello que querían ser. Un acto que a día de hoy lo podemos tomar como normal, en unos años no muy pasados resultaba casi imposible por el mero hecho de ser mujer.
Ignotofsky con Mujeres de ciencia (Nórdica Libros / Capitán Swing) crea desde una ilustración elegante por su contraste colorido mediante el empleo de tonos pastel y poderosa en su función, por utilizar un trazo desenfadado, funciona como gran herramienta de divulgación -sobre todo para un público potencial más joven- se convierte en un conocimiento atractivo de la vida de estas grandes mujeres.
Ignotofsky utiliza su trabajo gráfico para propagar sus ideas sobre educación, el aprendizaje de la ciencia y sobre las mujeres que han sido capaces de lograr grandes cosas. Las mujeres que aparecen en el libro demuestran al mundo que no importa el género, raza, formación, porque todos pueden alcanzar grandes cosas. Con saber adaptarse, creer en uno mismo y trabajar duro puede llevarte a gozar de unas oportunidades asombrosas. Estén dónde estén y seas quien seas.
Desde que la humanidad se empezó a hacer preguntas sobre nuestro mundo, hombres y mujeres han observado las estrellas, mirado bajo las rocas y a través de microscopios para encontrar las respuestas. Aunque tanto hombres y mujeres tienen la misma sed de conocimiento, las mujeres no siempre han gozado de las mismas oportunidades para investigar en busca de esas respuestas. A lo largo de la historia, muchos obstáculos han bloqueado el camino de esas mujeres que intentaban ser científicas. La falta de acceso a una educación superior y el hecho de no recibir un salario justo son sólo algunas de las barreras con las que se encontraron.
La resolución de problemas requiere la comprobación y la experimentación, y contar con el equipo adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una investigación. Estas mujeres llevaron a cabo su trabajo allá donde pudieron -desde áticos polvorientos a cobertizos diminutos- o, una vez que lograron el reconocimiento y el respeto por parte de la sociedad, sobre todo, por la parte masculina.
Desde mediados del siglo XX hasta el nuevo milenio, ha habido un marcado incremento de científicas, pero las mujeres siguen estando representadas de manera insuficiente en estos campos. Esto está cambiando ya que hay niñas, que cuando crezcan podrían curar, descubrir nuevos hallazgos que consigan erradicar algunas enfermedades como el cáncer, o incluso explorar una nueva galaxia a través del descubrimiento de una nueva forma de energía.
En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Desafortunadamente, ellas siguen enfrentándose a barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina. Ignotofsky tiene la esperanza de que este libro inspire a niñas y mujeres a dejarse llevar por sus pasiones y sueños y estoy convencido de que así será. Ya que es un magnifico muestrario histórico que se mide por unos valores culturales como la verdad, la memoria y la identidad incorporada desde una perspectiva gráfica que muestra una amplia historia que empieza con Hipatia en el imperio bizantino pasando por Marie Curie, Emmy Noether, Gerty Cori, Hedy Lamarr y así hasta 50 mujeres expertas en diferentes campos científicos, como las matemáticas, la medicina, la biología, la física, o ser astronautas y más.
Un libro que ha tenido un gran éxito en todo el mundo, fue nombrado Mejor Libro de Ciencia 2016 por Science Friday. Una pequeña joya ilustrada, realizada en una cuidada edición que se disfruta en cada una de sus páginas al poder conocer la historia de forma concisa de magníficas mujeres que invitan, en definitiva, a motivar no solo a niñas, jóvenes y mayores, sino también a cualquiera para que las conozca, abriendo una gran ventana hacia la igualdad y hacia la búsqueda de conocimiento de estas figuras de la ciencia que sirvieron de camino a muchos y muchas. Obligado leérselo a los pequeños o que lo lean ellos y ellas. Una gran fuente de motivación profesional y personal. Un canto gráfico histórico y científico de optimismo para las presentes y nuevas generaciones de mujeres.
Ver artículo original