La periodista y activista feminista Mona Eltahawy (Egipto, 1967) considera que la lucha contra la misoginia en el islam la deben hacer las mujeres musulmanas, porque “es imposible comprender el debate a menos que seas una de ellas”, y sentencia: “si no eres mujer musulmana, cállate y escucha”.
La periodista egipcia, que también tiene nacionalidad estadounidense, se encuentra de gira por España para presentar el libro “El himen y el hiyab: por qué el mundo árabe necesita una revolución sexual”, que publica la editorial Capitán Swing en español, la undécima lengua a la que se traduce.
Eltahawy expresa en una entrevista con Efe que “el cuerpo de la mujer musulmana es el campo de batalla de dos frentes; por una parte, están los que dicen querer liberarnos y, por otra, los misóginos de nuestra comunidad, que quieren imponernos un modo de ser”.
“A ninguno de los dos le importamos, solo buscan atacarse mutuamente”, considera la periodista, que participó el pasado viernes en una conferencia en la bienal de literatura ‘Kosmopolis’ de Barcelona junto a la escritora Najat El Hachmi.
Eltahawy, que vivió su infancia en Egipto pero se mudó a Londres y después a Arabia Saudí con 15 años, también critica “el discurso de la izquierda occidental que defiende el islam más reaccionario por miedo a ser tachado de racista o islamófobo”.
Eltahawy, que sufrió violencia sexual por parte de los antidisturbios egipcios en noviembre de 2011, observa que la revolución sexual pasa por que las mujeres ‘se adueñen’ de su propio cuerpo y “que este no sea ni del Estado, ni de la calle, ni de la mezquita”.
“Ningún cambio político conseguirá ser revolucionario sin una revolución sexual”, añade la periodista, que argumenta que la libertad sexual, “el poder tener derecho a tener sexo con quien se quiera y ser dueña de una misma, forma parte del carácter esencial de la libertad”.
“Cuando el sexo y la sexualidad tienen lugar en la oscuridad o con muchos tabúes asociados, las más vulnerables a merced de la violencia son las mujeres”, asegura Eltahawy, miembro del Grupo Asesor de Comunicaciones de Musawah, el movimiento por la justicia y la igualdad en la familia musulmana.
Mona apela también a una revolución feminista “donde las mujeres salgan al espacio público y que luche contra el patriarcado que persiste en los hogares”.
La periodista, colaboradora habitual del New York Times y The Guardian, llama también a luchar contra la “homogeneización” de las mujeres musulmanas, que “quedan reducidas a lo que visten en la cabeza o a lo que tienen entre las piernas”.
Reivindica la “obviedad” de comprender “que son seres humanos completos y complejos, con problemas, ambiciones, y vidas más complicadas y que no están atravesadas únicamente por el velo”.
Sobre la universalidad del feminismo, Eltahawy insiste en que “no es solo una lucha occidental” y apunta a autoras laureadas del feminismo en el mundo árabe como la egipcia Nawal al Saadawi o la marroquí Fatima Mernissi.
Por eso, explica que su objetivo es “luchar contra el patriarcado desde fuera y dentro del islam”, para atraer a mujeres que “no quieren dejar su religión, o que no pueden” ya que “mi objetivo fundamental es destruir el patriarcado”.
La autora, que en el libro explica que llegó al feminismo “traumatizada, porque ser mujer en Arabia Saudí equivale a ser la personificación del pecado”, ve preocupante el arresto de 17 activistas para los derechos humanos el año pasado en ese país.
Eltahawy, que ahora reside en Nueva York, razona que el régimen saudí “está aterrorizado ante el feminismo y esto demuestra su potencial”.
Sobre el crecimiento de la islamofobia y su relación con el machismo, observa que “sin duda el patriarcado va unido a la islamofobia”, y considera que la “derecha es peligrosa para todas las mujeres, ya que intenta coartar la libertad también en España, Estados Unidos o Brasil”.
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