Mad Men, del mismo creador de Los Soprano, nos ofrece la vida entrelazada de un grupo de personas que trabajan en una agencia de publicidad en la década de los años 60.

Mad Men parece un documental de National Geographic, sólo hay que mirar un poco para darse cuenta que los “felices 50” y sus posteriores consecuencias pueden mirarse desde una perspectiva menos simpática que la que los propios americanos se han encargado de vendernos.

El retrato de la sociedad de aquella época es tan fiel que permite dudar que, en realidad, la gente fuera así hace tan solo cuarenta años: hombres exitosos, que son en realidad un atajo de conservadores machistas llenos de tabúes que se encuentran a gusto viviendo en una sociedad acomplejada y temerosa de los cambios, casados con bellas mujeres a las cuales son infieles.

Secretarias acosadas sexualmente y sumisas a los jefes. Amas de casa dedicadas al hogar que se prestan alegremente a vivir como meros objetos decorativos o como simples robots de cocina. ¿Por qué una serie llena de personajes odiosos, políticamente incorrecta, donde los hombres son machistas, fumadores, bebedores, y las mujeres sumisas es la serie más exitosa del momento?

Capitán Swing Libros