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#LeoAutorasOct: el movimiento en redes sociales con el que promover la literatura escrita por mujeres

Por Vogue  ·  06.10.2019

No, probablemente no has leído tantos libros escritos por mujeres como puedes haber pensado al leer este titular. Nos ha ocurrido a casi todas, por mucho que seamos unas activas lectoras; echar la vista atrás, a la mesilla de noche, a los lomos apretados unos contra otros en el estante, y echarlas de menos a ellas. #LeoAutorasOct es la iniciativa que pretende acabar con este mal. ¿Cómo? Compartiendo en redes sociales nuestras lecturas firmadas por mujeres durante este mes de octubre. Lo que, de una forma u otra, anima a nuestros seguidores a hacer el ejercicio de buscar en estos 31 días títulos escritos por autoras.

Todo comenzó el verano de 2016, cuando la evidencia de que leemos a muy pocas autoras golpeó a un grupo de blogueras, que se movilizaron para hacer algo al respecto. Eligieron un mes y un hashtag, #LeoAutorasOct, para poner en común sus lecturas con voz femenina. “Empezamos siendo seis chicas pero se unió muchísima más gente. Fue un éxito tremendo porque además coincidió con el primer Día de las Escritoras”, nos cuentan dos de las fundadoras que siguen manteniendo vivo el proyecto. Aunque, como señalan ellas, Laura S. Maquilón, escritora y diseñadora gráfica, y Carla Bataller Estruch, traductora y editora en Crononauta, “cuatro octubres después la iniciativa se sustenta sola. Son las lectoras y lectores quienes la promueven y la asocian con el mes de octubre”. Pese a ello crearon una cuenta de Twitter (@leoautoras) y una web, para que no se perdiera la raíz que puso en marcha este movimiento y hashtag, omnipresente este mes en los perfiles de las mujeres del mundo editorial.

Si queríamos formar parte de la Historia, teníamos que escribirnos a nosotras mismas y no dejar que nos borraran – Laura Maquilón y Carla Bataller, fundadoras de LeoAutoras

¿Y por qué hace falta un mes para celebrar a las autoras?

“Muchas mujeres jóvenes nos dimos cuenta de que, si queríamos formar parte de la Historia, teníamos que escribirnos a nosotras mismas y no dejar que nos borraran”, es la tajante respuesta de Maquilón y Bataller. Como en casi todos los aspectos de la vida pública, la diversidad no ha regido precisamente los anales de la historia de la literatura, y ellas son las grandes ausentes. Ya sea por la falta de recursos materiales para dedicarse a las actividades creativas, como señala Virginia Woolf en su famoso ensayo Una habitación propia; o por las trece trampas a la escritura femenina que bien apunta Joanna Russ en Cómo acabar con la escritura de las mujeres (Dos Bigotes y Barrett), los nombres femeninos son menos en los catálogos de lanzamientos y, aunque cada vez se suman más, todavía dependen de un apoyo entre la comunidad de mujeres del mundo editorial para su difusión.

Es justo eso lo que señalan ambas fundadoras a este respecto: “hoy en día lo que buscamos es que no nos borren, ni a nosotras ni a ninguna de nuestras compañeras. Es una lucha feminista e interseccional que algunos califican de «moda», pero que a nosotras nos parece vital. Nuestra iniciativa, por pequeña que sea, ha animado a muchas mujeres a escribir, a darse a conocer en el mundillo, a publicar, a crear sus propias editoriales y proyectos de visibilización. Necesitamos establecer una red de apoyo mutuo para que las escritoras que están empezando sigan luchando cuando nosotras ya no estemos”.

Las listas de los más vendidos siguen mostrando a los autores de siempre, los grandes premios siguen siendo para ellos y la voz en los medios de comunicación es suya. – Luna Miguel, escritora

Coinciden con ellas otras mujeres del mundo editorial de las letras hispanas. Luna Miguel, autora de varios poemarios publicados por La Bella Varsovia, de la novela El funeral de Lolita (Lumen) y editora corresponsable de los títulos publicados en Caballo de Troya 2019/20, se ha sumado a la iniciativa en sus redes sociales, haciendo que el hashtag llegue a los 25,6k seguidores que acumula en Instagram. “#LeoAutorasOct es un movimiento necesario, aunque pueda parecer tonto, porque pone foco en la reivindicación de textos escritos por autoras de todas las épocas y géneros literarios. En nuestro país da la impresión de que ahora hay muchas más escritoras haciendo cosas (evidentemente las hay) pero las listas de los más vendidos siguen mostrando a los autores de siempre, los grandes premios siguen siendo para ellos y la voz en los medios de comunicación es suya”, advierte Miguel al preguntarle por la iniciativa. “Movimientos así pueden ser útiles para que personas que no se suelen fijar en el género de los autores de los libros que compran caigan en la cuenta de que hasta hace poco ignorábamos por completo las voces de las mujeres”.

Elena Medel, editora de La Bella Varsovia, principal vivero de la mejor poesía por descubrir en lengua hispana, coincide con Miguel en gran medida y señala la importancia de que en #LeoAutorasOct son los lectores quienes marcan la difusión: “cualquier iniciativa que impulse la visibilidad —y sobre todo la lectura— de las autoras, tanto escritoras como ilustradoras, y por supuesto también traductoras, me parece muy positiva. #Leoautorasoct de forma particular, además, porque parte de quienes leen; me gusta la iniciativa por su honestidad”.

“La iniciativa de ‘Leo Autoras en Octubre’ es una idea maravillosa que en muy poco tiempo ha conseguido implicar tanto a lectores como a profesionales del sector del libro”, señala Blanca Cambronero Manzano, editora en Capitán Swing. “Esa puesta en valor de las escritoras funciona como aliciente para que las editoriales se lancen a publicar más mujeres”. Y tiene razón, pues son cada vez más las editoriales que preparan novedades especiales con firma femenina este mes. Lo hacen incluso aquellas editoriales que no son nada ajenas a publicar constantemente libros escritos por mujeres, como es el caso de Alpha Decay. Nos lo cuenta entusiasmada una de sus editoras, Julia Echeverría: “Si esta feliz iniciativa que llevamos ya cuatro otoños celebrando tiene como objeto visibilizar a autoras y sus libros, nuestras dos propuestas de este año cumplen perfectamente con su cometido, en tanto que se trata de libros escritos por mujeres que invitan a reflexionar, con enfoques muy distintos, sobre el rol y el peso de la mujer en la literatura y sobre el ejercicio de escribir desde la perspectiva femenina”. Se refiere a Expuesta, de Olivia Sudjic, y Confesiones de amor, de Chiyo Uno, que desgrana más adelante.

Existe un gran público que disfruta descubriendo a autoras que habían sido menospreciadas históricamente – Blanca Cambronero, editora

“Existe un gran público que disfruta descubriendo a autoras que habían sido menospreciadas históricamente”, explica Blanca Cambronero, “o leyendo por primera vez las nuevas e interesantísimas voces de mujeres que están proponiendo nuevas formas de mirar la ficción y la no ficción”. Por esto, por la misión de rescatar a autoras y reflexionar sobre su obra y sobre por qué no la hemos conocido antes, Cambronero se ha aliado en Capitán Swing con Luna Miguel para traer al mundo El Coloquio de las perras, el libro escrito por la segunda y editado por la primera que llegará a librerías el 14 de octubre por el Día de las Escritoras. “El coloquio de las perras, es el libro que más he disfrutado escribiendo en toda mi vida”, confiesa Luna Miguel, “porque me ha permitido acompañar la vida y la obra de muchísimas mujeres que el canon ignoraba y que deseo que el público comience a leer con intensidad y cariño”.

El coloquio de las perras es precisamente un homenaje a las escritoras hispanohablantes que sortearon todo tipo de obstáculos para hacer su literatura”, añade Blanca Cambronero. “La idea de publicar este libro nace precisamente de querer reivindicar el trabajo a contracorriente de muchas autoras que a pesar de ser brillantes, eran ninguneadas por una sociedad y un ambiente cultural que seguía mirándolas primero como esposas de, hijas de, amigas de, y nunca como creadoras de igual o mayor calidad que sus compañeros hombres

“La respuesta a #LeoAutorasOct ha sido masiva; no damos abasto para leer todo lo que ocurre en redes” comentan las gestoras de la iniciativa. “No se da solo en España, sino también en Latinoamérica, y por tanto la participación es enorme. Nos hace mucha ilusión cuando alguien imprime un cartel y lo cuelga en su librería, biblioteca o centro de estudio. Nuestro propósito, además de leer, es recomendar y compartir esas obras escritas por mujeres de las que tanto hemos disfrutado leyendo”. Y es que la puesta en común de estas lecturas es el objetivo último de la iniciativa: crear un espacio en el que recomendar y comentar estos títulos. “Creo que el aumento de voces de mujeres que se están publicando es fundamental porque aportan otras perspectivas, otras miradas, que antes no eran escuchadas, y que sin embargo nos representan a muchas, nos hacen sentirnos comprendidas y representadas” Cuenta Blanca Cambronero. “Encontrar referentes y referencias a tu propia realidad es necesario, por eso es tan importante leer a autoras y no sólo autores y compensar el discurso masculinizado que ha sido hegemónico en la literatura”.

Se suele decir que lo que no se nombra no existe, y partiendo de esta idea es fácil comprender como tantas facetas de la vida de las mujeres han sido invisibles a lo largo de la historia. Es hora de leernos, de disfrutar de la obra de las autoras, adentrarnos con ella -tal vez por primera vez- en temas que nos afectan tanto, comentar con otros lectores nuestras impresiones y correr la voz. Aunque suenen llantos en columnas de periódicos generalistas y alertas de pérdida de equidad en Twitter por parte de autores masculinos ampliamente difundidos que no quieren compartir el espacio, no hay que arrugarse: nos jugamos la primera oportunidad seria de escucharnos y conocernos unas a otra

Luna Miguel (escritora y editora)

– Cometierra, de Dolores Reyes (Sigilo): “Es el gran descubrimiento de 2019. El libro más impresionante que se ha escrito sobre los feminicidios en Argentina”.

Elena Medel (poeta y editora)

– Tuve una jaula, de Lara Moreno (La Bella Varsovia): “Una reflexión brillante —cruda, arriesgada— sobre la violencia, y sobre la violencia que se (re)crea en el lenguaje; un libro también admirable a nivel formal, con un trabajo espectacular en la conciencia de la música de las palabras”.

– Quiltras, de Arelis Uribe (Tránsito): “Me impresiona su escritura vivísima, capaz de convencerte de que lo que cuenta está sucediendo, de que sucede justo ahora; me impresiona también su reflexión sobre género y clase, la manera sutil en la que hace tambalear nuestros privilegios, la manera en la que basa su fuerza en los detalles. En los cuentos de Arelis Uribe, un objeto contiene todo un mundo”.

Julia Echeverría (editora)

– Confesiones de Amor, de Chiyo Uno (Alpha Decay): “Una novela originalmente publicada en el Japón de los años treinta, y absolutamente rompedora y escandalosa en su contexto. La autora, Chiyo Uno, despertó muchas suspicacias por su estilo de vida contrario a las rígidas pautas del buen comportamiento de la sociedad japonesa de la época, y en esta novela –con la que alcanzó la fama literaria– tuvo la osadía de narrar una historia de amores e infidelidades en boca de un hombre”.

– Expuesta: Un ensayo sobre la epidemia de la ansiedad, de Olivia Sudjic (Alpha Decay): “Un texto muy actual en el que la joven Olivia Sudjic hace un admirable ejercicio de autoanálisis basándose en su experiencia como mujer escritora. Acosada con frecuencia por los desasosegantes efectos de la ansiedad (uno de los grandes males de nuestra era), Sudjic explica cómo ha aprendido a sobrellevarlos y –gracias al abrigo de la lectura de algunos de sus referentes literarios femeninos– transformarlos en una energía creativa de gran valor.

Blanca Cambronero (editora)

– El vientre vacío, de Noemí López Trujillo (Capitán Swing): “Con la publicación de El vientre vacío, en la editorial hemos recibido muchos mensajes de lectoras y lectores del libro que agradecen ver reflejado sus propios miedos y frustraciones porque eso les hace sentir que no están solos y que mucho de lo que ocurre no es culpa suya, que hay un relato común del sufrimiento, de la precariedad. Y ha sido gracias a la generosidad de Noemí, que ha puesto su realidad y la de otras mujeres en el libro para generar un relato que nos apela a todas.”

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