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Las reglas del contagio

Por La Vanguardia   ·  08.11.2020

Adam Kucharski, profesor de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, es el autor del libro Las reglas del contagio: cómo surgen, se propagan y desaparecen las epidemias (Capitán Swing, Barcelona 2020). Un libro muy recomendable para entender por qué nos contagiamos. El contagio depende de varios factores: el patrón y tipo de contacto (por ejemplo, proximidad, duración, frecuencia…), la susceptibilidad de cada individuo (edad, inmunidad…), el ambiente en el que se produce (interior o exterior, ventilación…) y diversos factores socioeconómicos (tipo de trabajo, domicilio…).

Algunas enfermedades infecciosas como la gripe siguen mayoritariamente un patrón de contagio lineal y más predecible, mientras que otras como la Covid-19 siguen un patrón de contagio al azar y más impredecible. Por ello, además del número reproductor (R) valoramos el denominado factor de dispersión o factor k. Cuanto más pequeño es el factor k, más posibilidad de transmisión del virus a partir de un menor número de personas. El factor k de la Covid-19 se sitúa alrededor de 0,1. Esto significa que un 80% de los casos secundarios pueden estar originados a partir del contagio de pocas personas (un 10%-20%). En resumen, algunos de nosotros podemos contagiar mucho, pero la mayoría (80%-90%) apenas contagiaremos a nadie más.

Las personas “muy contagiosas” se denominan superdiseminadores. No los sabemos identificar a priori. Que se produzcan o no muchos contagios también depende de las circunstancias: reuniones en locales interiores poco ventilados, con mucha gente en contacto próximo y prolongado, en las que se habla en voz alta, se canta o se respira rápidamente (ejercicio físico) y no se usan las mascarillas. Hay eventos superdiseminadores asociados a bodas, cumpleaños, funerales, corales, karaokes, gimnasios, bares, restaurantes, cárceles, residencias y hospitales, entre otros. El record superdiseminador hasta ahora lo tiene un evento sucedido en Daegu (Corea del Sur) en el que una paciente sintomática con Covid-19 asistió a dos reuniones de su iglesia (Shincheonji) de las que derivaron más de 5.000 casos secundarios.

Pero también puede suceder un evento superdiseminador en una reunión familiar, en una habitación poco ventilada, para celebrar una comida, donde conversamos en voz alta, sin mascarilla ni distancia, durante un par de horas. La mayoría de contagios de Covid-19 se producen en el ambiente doméstico o familiar: mayor proximidad, larga duración del contacto y alta intensidad del mismo. El índice de ataque secundario (probabilidad de infección a partir de un caso primario) puede llegar al 35%.

Antes o después llega la transmisión comunitaria. Todos nos movemos y entramos en contacto. La epidemia se mantiene gracias a una mezcla heterogénea de interacciones humanas: simplemente nuestra vida diaria. Por ello hay que aprender y practicar siempre Las Reglas para Evitar el Contagio.

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