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Lady Nicotina. Del placer y del vicio de fumar

Por El Malestar en la (In)Cultura  ·  23.10.2010

Como dice Jesús Marchamalo en el texto de presentación de este libro, no hay relación implícita ni vínculo inexcusable que una los verbos y las acciones de escribir y de fumar; sin embargo, la historia de la literatura va indefectiblemente unida a la del tabaco, pues son miles y miles los escritores que han creado sus obras con la pluma en una mano y el cigarillo o el puro en la otra. Onetti, Conrad, Chesterton, Conan Doyle, Baroja, Pla, Machado, Octavio Paz, Faulkner, Camus, Sartre, Cortázar, Cernueda, Aub, Breton, Gorki, Simenon, Hemingway, etc, etc, etc. La lista sería interminable, igual que las variantes y los formatos – pitillos, puros, pipa – en los que el tabaco y sus sucedáneos han sido consumidos como medio de inspiración o, la mayoría de las veces, por puro vicio, por una adicción conjunta a la nicotina y a la tinta.

El último libro publicado por Capitán Swing Libros en su colección Polifonias es un libro curioso, una joya para coleccionistas y una obra no solo apta, sino muy recomendable para el lector fumador y el no fumador. En un único volumen se reunen dos obras: por un lado, My Lady Nicotine, de James M. Barrie (autor de Peter Pan), que reúne una serie de textos, cartas y artículos – alguno de ellos inéditos hasta ahora en castellano – en los que el tabaco es el protagonista; y por otro lado, Del piacere e del vizio di fumare, del novelista italiano Italo Svevo. En total son unas 350 páginas de ironía y humor, de anécdotas incríbles y de historias entrañables, pero siempre con un denominador común, con una neblina – el humo del tabaco – que se expande e invade todas las páginas del libro.

Icono de la literatura contemporánea y objeto literario por antonomasia, el tabaco no vive en la actualidad sus mejores días, acosado como está por leyes y ordenanzas que se conjuran en su contra. A los fumadores les quedan los reservados de los bares y esas extrañas y humeantes cabinas de los aeropuertos; a los no fumadores, no queda la literatura, la buena literatura en torno a ese símbolo, a ese objeto del deseo cuya ceniza ha caído tantas veces sobre la cuartilla, sobre el cenicero al lado de la máquina de escribir. Buena literatura y pasión por el tabaco es lo que encontramos en Lady Nicotina. Del placer y del vicio de fumar, el libro que acaba de publicar la editorial Capitán Swing; pasión como la que desprenden las palabras con las que quiero terminar esta nota, sacadas de un carta – incluida en el libro – dirigida por Italo Svevo a su mujer:

Estoy fumando el último cigarrillo como premio por no haber fumado hasta ahora. Hace cuatro meses en Gorizia nos entregamos a dos efes: a la felicidad y a fumar. Hasta ahora la segunda no me ha abandonado, la otra no ha dejado de crecer. La segunda persistió por obra mía, la primera por la tuya. ¡Estamos empatados!

Francisco Fuster García

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