La periodista egipcia Mona Eltahaw nos ofrece un lúcido y clarificador relato de la participación social de las mujeres a lo largo y ancho del mundo árabe en busca de un feminismo necesario, todavía no generalizado, pero cada vez más amplio. Consciente de que según qué tipo de argumentos acerca de las tradiciones islámicas pueden conseguir justo el efecto contrario y alentar las alas de la ultra derecha, aquí y allí, Eltahaw maneja un discurso muy medido para evitar las dobles interpretaciones y no solo eso sino que, en algunos casos da incluso distintas interpretaciones dependiendo de si el discurso se aplica a países árabes o si, por el contrario, debe aplicarse en Occidente.
A lo largo del libro hace hincapié en el buenismo Occidental que respeta en las culturas extranjeras, justo aquello que critica en su cultura, para no ser tratado de racista. Así, “cuando los occidentales callan ?explica la activista egipcia?, por ‘respeto’ a las culturas extranjeras, solo están apoyando los elementos más conservadores de esas culturas”.
En El himen y el hiyab Eltahaw explica, no solo quienes fueron las dos mujeres que, por primera vez y en 1925, se quitaron el hiyab en público a modo de reivindicación feminista y que desencadenaron unos de los primeros movimientos feministas árabes, sino también qué papel tuvieron las mujeres en las primaveras árabes, quiénes fueron aquellas mujeres que hicieron posible que en Arabia Saudí las mujeres puedan conducir, las que empezaron denunciado el acoso sexual en Egipto o quiénes son las escritoras que han favorecido que muchísimas mujeres hoy en día empiecen a pensar con conciencia de género y salgan a las calles.
El himen y el hiyab, lejos de ser un libro complaciente con la cultura árabe-musulmana y, si lo leemos con perspectiva, con aquellas las culturas condicionadas, de un modo u otro, por una religión monoteísta, es un libro de análisis y crítica. En él, Mona Eltahawy nos avisa: las mujeres no podrán seguir adelante con su lucha si el sistema acalla sus voces, lo que hace imprescindible priorizar la importancia de derrocar al patriarca tanto en el poder como en el hogar.
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