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La “machoesfera” o donde los hombres se reúnen para odiar a las mujeres

Por El Independiente  ·  10.03.2023

Se merecen que las violen, así que me da igual el dolor que les cause la violación», «No es no… hasta que es sí», «Nunca he ocultado mi profundo desagrado por esa criatura «desevolucionada» que es la mujer», «Para el Estado, los hombres son prácticamente infrahumanos, y hará lo que sea con tal de destrozarles la vida», «Es más débil que tú, es inferior a ti, así que como vuelva a cabrearse, la mandas al hospital». Es solo una muestra de la cantidad de frases que rondan por internet. Algunas son anónimas, otras tienen nombre y apellido, pero todas tienen algo en común: forman parte de la «machoesfera» o el victimismo de hombres con las mujeres.

Pertenecen a la comunidad de los incels, el rincón más violento de la «machoesfera», es decir, subculturas misóginas alimentadas por el odio. En ellas, hombres heterosexuales se quejan de ser «célibes» por culpa de los rechazos de las mujeres. Lo hacen en foros como 4chanVoat o Reddit. Pero aunque este subgrupo digital acuse a las mujeres de ser las culpables de su soledad y de su incapacidad de tener relaciones sexuales, es mucho más complejo.

Muchos llegan a estas comunidades por que se sienten solos y buscan una manera de sentirse acompañados, otros llegan por YouTube, ya que recomienda contenido incel aunque el usuario no esté buscándolo. Otros, en cambio, llegan hasta ahí a través de mensajes en chats privados de videojuegos o foros que protagonizan jóvenes adolescentes.

La red, que cada vez es mayor, contiene muchos grupos diferentes de hombres. Algunos están preocupados por problemas reales que les afectan, otros son adolescentes ingenuos, defensores de la violación o acosadores tanto del mundo virtual como del real, pero dentro de la comunidad se sienten comprendidos.

Laura Bates, autora del libro Los hombres que odian a las mujeres, indagó a lo largo de un año en estas comunidades virtuales para ver qué esta sucediendo e intentar dar con algunas respuestas. «¿Qué es lo que acerca a los chicos y a los hombres a esa ideología? ¿Cómo se difunde? ¿Qué necesitaremos para combatirla?», se preguntaba la autora.

Ellas siempre tienen ganas de sexo, pero eligen acostarse solo con los hombres más atractivosINCELS

Los incels usan la metáfora de la píldora roja en referencia a la escena de la película Matrix en la que a Neo, el protagonista, le ofrecen tomar una píldora azul, que le permitirá seguir viendo el mundo que lo rodea de la misma forma en que siempre lo ha visto, o una píldora roja, que le cambiará la perspectiva y le permitirá ver la «matriz». Los hombres de la «machoesfera» utilizan la píldora para describir el momento en que a un hombre se le cae la venda de los ojos y comprende que llevan mintiéndole toda la vida. Según dicen, una conspiración feminista perpetúa el mito del privilegio masculino. 

La teoría del 80-20

Los incels están obsesionados con el sexo y la rabia por que las mujeres se lo «nieguen». Insípidas, egocéntricas o promiscuas. Así describen a las mujeres, a las que consideran enemigas.

Según dicen, ellas siempre tienen ganas de sexo, pero eligen acostarse solo con los hombres más atractivos. Es lo que llaman la teoría del 80-20, que sostiene que el 20 por cierto de los hombres más atractivos de la sociedad disfruta del 80 por ciento de las relaciones sexuales. Además, creen que ellas dan mucha más importancia al físico que a la personalidad, por lo que los hombres feos, calvos, bajos o con granos sufrirán durante toda su vida frustración sexual ya que el «mercado sexual» depende exclusivamente de las mujeres.

Dentro de estas comunidades virtuales no solo hay hombres que sean violentos con las mujeres, algunos las acusan de su falta de vida sexual, otros las temen, o incluso algunas llegan a evitarlas.

MGTOW, es una de las comunidades de hombres «que siguen su propio camino». Mientras que los incels son más violentos, los hombres que pertenecen a este grupo quieren alejarse lo más posible de las mujeres y evitan tener cualquier tipo de relación con ellas. Como cuenta en el libro Laura Bates, lo manifiestan de formas distintas: algunos mantienen relaciones platónicas, otros prefieren no mantener ningún tipo de relación sexual, pero lo que les mueve generalmente es el aislacionismo. 

Este grupo es uno de las más numerosos de Internet. Además de luchar por inculcar la masculinidad a los hombres, su deber es conseguir «un gobierno limitado». Es decir, los hombres deberían ser capaces de controlar su vida y sus propiedades sin la interferencia de un Gobierno al que se percibe como feminizado u obsesionado con las necesidades y preocupaciones de las mujeres. A pesar de que no sean violentos ni quieran «hacer daño» a las mujeres, consideran que las mujeres son tóxicas y peligrosas.

Los hombres deberían ser capaces de controlar su vida y sus propiedades sin la interferencia de un Gobierno feminizadoMGTOW

Consideran que, a lo largo de la historia, los hombres han sido los responsables de los «más importantes milagros de la ciencia, el descubrimiento y el esfuerzo humano», y que las mujeres, en cambio, son parásitos que intentan beneficiarse precisamente de ese éxito. Si se deshacen de ellas, como explican en la web de MGTOW, los hombres tendrán libertad para perseguir logros cada vez mayores.

Por otro lado se encuentran los MRA por sus siglas en inglés, es decir, los activistas por los derechos de los hombres. Estos muestran un interés por los problemas que aquejan a los hombres actuales. Detrás de esa buena intención, se esconde la obsesión por atacar a las mujeres y el feminismo. 

Precisamente Laura Bates ha sido víctima de hombres que acusan a las mujeres. En 2012 creó la página web Everyday Sexism, en la que la gente de cualquier género puede relatar sus vivencias en sexismo y desigualdad, lo que desencadenó un aluvión de insultos que, como cuenta, continúan a día de hoy.

Como cuenta en el libro recibe largas descripciones en las que hablan de maltratarle y agredirle sexualmente, mensajes en los que hablan de destrozarle los genitales y la vagina, en los que hablan de violar a sus futuros hijos, o detalles gráficos sobre cómo darán con su paradero, le violarán usando algún mueble y se grabarán en el proceso.

«Ojalá te revienten o te salga un cáncer, puta guarra odia hombres», «Cállate la puta boca, zorra», «Las mujeres deberían saber cuál es su sitio, las muy putas», «El único motivo por el que te han puesto en este planeta es que podamos follarte. Haz el favor de morirte», «Suicídate», «Laura Bates será violada mañana a las 21.00 (…) Lo digo en serio. No es nada personal». Son los mensajes que recibió la autora en tan solo media hora, y que circulan a sus anchas por el ciberespacio.

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