¿Capitán Swing? ¿De dónde viene ese nombre? Hemos perdido la cuenta de las veces que nos han hecho esta pregunta en los 15 años que llevamos como editorial. Aprovechando que este otoño celebramos nuestra adolescencia hemos pensado que es buen momento para indagar a fondo en la historia que nos inspiró como sello a través de las páginas de Sangre en las máquinas, de Brian Merchant, que llegará a librerías el próximo octubre.
En septiembre publicaremos La bandera en la cumbre, donde Pablo Batalla explora las mil maneras en que se ha hecho política desde los afilados púlpitos de los picos del mundo, analizando en cada capítulo las grandezas y las miserias de la historia del montañismo y el alpinismo.
En El maestro y su emisario, el psiquiatra y neurocientífico Ian McGilchrist nos propone un viaje de investigación único acerca de cómo las diferencias entre los dos hemisferios cerebrales y la división del trabajo de uno u otro puede ser una cuestión clave para entender el comportamiento humano y los efectos que estas diferencias provocan en la sociedad, la historia y la cultura.
A menudo convivimos con estos grandes dilemas a la vez que intentamos desgranar dudas más mundanas que también nos interpelan. El periodista Dan Schreiber lleva años recopilando las preguntas más raras que nos hacemos e investigando quienes intentan responderlas. En La teoría de todo lo demás el reportero agrupa las tesis más alucinantes, sugerentes y divertidas del mundo y nos presenta a las personas que intentan descifrarlas.
Si el Capitán Swing de 1830 fue una identidad común de lucha contra el maltrato de los patronos y sus nuevas máquinas hacia los trabajadores, casi dos siglos después parece más urgente que nunca reivindicar su figura: frente a supermillonarios ególatras y sus nuevas tecnologías que precarizan nuestras vidas y aumentan la desigualdad social, surge la necesidad de unir fuerzas y desarrollar acciones concretas de lucha que contrarresten estas dinámicas y dignifiquen nuestra supervivencia. Por eso celebramos nuestro 15 aniversario apelando a la función de la cultura y los libros como un campo de batalla donde pelear cada día, cada página. La cultura es una barricada que no podemos dejar caer.