Kristen Ghodsee: «La familia nuclear es un modelo que nos está haciendo muy desgraciados»

Por La Voz de Galicia  ·  27.05.2024

Existen sólidas investigaciones que contradicen la idea de que los hijos traen felicidad. Tras el entusiasmo inicial, los niveles de satisfacción y bienestar de los padres se desploman, la vida se complica y termina empeorando: cuidar y criar sin ayuda es exigente, agotador, desgasta al individuo, pero también a la pareja y los matrimonios con hijos -sobre todo los que tienen niños pequeños- acaban siendo más infelices que aquellos que no tienen descendencia.

Comprobado está, también, que sufrimos una seria pandemia de soledad que, inesperadamente, afecta a las generaciones más jóvenes, cada vez más aisladas. Habiendo abrumadora evidencia de que las formas de vida comunitarias reducen el estrés, el desamparo y el impacto medioambiental, ¿por qué entonces seguimos viviendo como vivimos? ¿Por qué estamos más solos y somos más infelices que nunca? La etnógrafa Kristen Ghodsee recorre en Utopías cotidianas (Capitán Swing) más de dos mil años de ideas utópicas, muchas de ellas estériles, pero siempre inspiradoras, porque el mundo no es lo que es, sino lo que puede ser; otra tantas -no pocas-, en su día descabelladas, son hoy formas de estar en el mundo. -¿Qué propuestas utópicas que en su día parecían imposibles hoy son relativamente comunes? -Hay todo tipo de experimentos alrededor del coliving y la vivienda comunitaria que están funcionando muy bien, sobre todo entre la gente joven que aún está soltera, y los más mayores. El divorcio fue algo utópico en su día, también que la madre, y no el padre, fuese quien se quedase con los niños tras una separación. Otro concepto que parecía irrealizable hace no tanto es el de las guarderías, poder llevar a tus hijos a una escuela infantil y dejarlos ahí todo el día: eso al principio era una cosa muy utópica, que nació de un grupo de mujeres socialistas alemanas que empezaron a dejar a los niños en un lugar común cuando se iban a trabajar. -¿Y cuáles que hoy vemos como sueños utópicos cree que serán una realidad a corto plazo? -Cada vez veremos más ecoaldeas, y creo que estamos a punto de conseguir la energía solar gratuita: el sol tiene una cantidad de energía descomunal, solo hay que lograr que las placas fotovoltaicas se abaraten lo suficiente y nos, han visto su maduración retrasada a nivel social. Desde un punto de vista psicológico es mucho más beneficioso para los niños, pero también para la pareja. El vínculo romántico es frágil y ser padre y madre es dificilísimo, cualquier persona que haya criado a niños pequeños sabe el peso que la crianza coloca sobre una pareja, por eso las tasas de divorcios son tan altas. Cuando hay más adultos que nos ayudan a cuidar a nuestros hijos se elimina parte de esa presión. En España, Italia, Japón, Estados Unidos e incluso China la tasa de natalidad es cada vez más baja. Por muchas razones la gente no está teniendo hijos: la crisis climática, nuestro estilo de vida individualista, porque es muy caro y muy difícil. ¿Quienes tienen hijos? Aquellos que tienen un círculo, una comunidad alrededor que les ayuda a criarlos. Es muy duro hacerlo solas. Pero la gente decide no tenerlos en lugar de pensar cómo tenerlos. -¿Lo colectivo es el camino? -Desde luego. Tenemos que construir comunidades fuertes. Porque, además, está demostrado que cuando nuestra biología está estresada nuestro organismo se vuelve menos eficiente: en situaciones biológicas extremas el ser humano es más funcional si está rodeado de gente en la que confía. Y la ironía es que a medida que la crisis climática empeora nos estamos aislando aún más, estamos dirigiéndonos hacia la extinción a largo plazo. -Más vale malo conocido que bueno por conocer. ¿Solo vemos lo que puede empeorar y por eso ni siquiera lo intentamos? -Exacto. No nos gusta sentir arrepentimiento y evitamos a toda costa sentirlo: ante hacer algo o hacer nada, incluso si ambas tienen un resultado negativo, nos arrepentiremos menos si no lo hacemos. Hay que ejercitar la esperanza. -Suena a libro de autoayuda. -La psicología positiva no nos ayuda en absoluto; de hecho, suele hacer que nos sintamos peor, frustrados. Pero lo que no podemos hacer es perder la capacidad de imaginar, hay que ejercitarla, creer que podemos decidir sobre el futuro, porque así es. Sin embargo, para ello hace falta tiempo. Y hoy la mayoría estamos demasiado distraídos y cansados. El 27 % de los estadounidenses viven solos; la gente está muy aislada, triste y se pasa las horas en internet hablando con amigos que, en realidad, no son amigos.

Ver artículo original