Todo aquel que ha vivido en Los Ángeles, aunque sea durante un corto periodo de tiempo, conoce a la sismóloga Lucy Jones (Santa Mónica, 1955). Lleva cuatro décadas siendo el rostro y la voz tranquilizadora de la Ciencia en la televisión estadounidense, donde aparece cada vez que un temblor agita el país. Los científi cos vaticinan la llegada del movimiento sísmico más potente de todos los medidos, que «se tragará la ciudad de Los Ángeles» donde viven millones de personas. Ella y sus colegas lo llaman «The Big One» (el más grande), pero Jones, eminencia científi ca en d e sastres naturales, le resta importancia. Ha llegado a la conclusión de que el cambio climático será «la peor» de todas las catástrofes. Así los sostiene en el ensayo «Desastres: Cómo las grandes catástrofes moldean nuestra historia», publicado en España por la editorial Capitán Swing. -He dedicado 40 años a estudiar fenómenos extremos para proporcionar información científi ca de utilidad desde el Servicio Geológicodel Gobier no de Estados Unidos, pero me di cuenta, allá por los 90, de que cualquiera de los grandes desastres que vendrán (incluso The Big One) serán infi nitamente menores comparados con la devas tación que dejará el cambio climático.
¿Cómo óllega a esta resolución? -¿Por qué será tan g rave? -Los datos aportadospor la Ciencia son abrumadores y aun así a la gente le asusta más un t e mblor. Pero, ¿un terremoto? Algunos son devastadores, pero éstos suceden en un minuto; las inundaciones pueden durar días, las erupciones meses, la pandemia de la Covid-19 años, pero el desastre que provoca el cambio climático durará siglos. -Usted no solo es experta en predecir desastres, sino en sus consecuencias. -Llevo años trabajando en modelos de predicción para saber cuándo ocurrirán, pero la realidad es que la gente no toma acción basándose en probabilidades. Por eso, empecé a explicar sus consecuencias, enfocándome no en el «cuándo», sino lo que queda después. -¿Qué queda? -Desde la Pompeya, hasta el t s u n a m i q u e arrasó Fukusima, lo que queda siempre es un desastrede g ran impacto ecológico y social, que se extiende décadas después de que suceda. -¿Y qué hemos aprendido? -Hemos avanzado, pero la historia de los desastres es una espiral. Suceden y caemos una y otra vez en los mismos errores. -Usted distingue entre desastres naturales y creados por el ser humano. El cambio climático es de los segundos. -Sí. La paradoja es que, frente a otros fenómenos, el cambio climático es predecible. Sabemos que está pasando y lo que va a suceder: zonas cálidas convertidas en desiertos y otras inundadas, entre otros fenómenos. Pero esta información ya la teníamos hace 30 años, cuando podríamos haberlo resuelto. Ahora, es el momento de actuar para prevenir sus impactos. -¿Cómo? -Lo primero es modelar o cambiar la actitud de la gente. -¿A través de..? -Usted lo hace con música…
-Si ólo primero es divulgar, lo segundo es… -Crear ciudades resilientes al c a mbio climático. Gobiernos y la ONU deben reconocer que ya es tarde para la prevención. Lo que deben hacer es destinar más recursos, no solo en alcanzar una economía neutra en emisiones de CO2, sino en desarrollar tecnología enfocada en reparar las consecuencias de lo que vendrá.
-La divulgación en los medios de comunicación. Además, llevo desde 2016 trabajando con sociólogos para entender qué emociones llevan a la gente a tomar parte frente al cambio climático. La tristeza y la desilusión no llevan a ningún lado. Es el enfado lo que conduce a la acción.
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