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Ilan Pappé: “Trump ha dado carta blanca a Israel para hacer lo que quiera”

Por Público.es  ·  01.06.2019

Ilan Pappé (Haifa, 1954) es una de las voces más críticas contra el estado de Israel y la limpieza étnica que desde 1948 se está llevando a cabo en la Palestina histórica. A lo largo de su vida, se ha dedicado a desmontar el relato dominante israelí, a revisar la historia y darla a conocer. Esto le ha valido numerosas amenazas de muerte y el boicot a su obra en su país. Profesor de Historia en la inglesa Universidad de Exeter y director del Centro Europeo para los Estudios sobre Palestina, ha pasado por Barcelona invitado por el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed).

Apunta hacia los líderes europeos y la administración norteamericana. Su discurso no es demasiado distinto del que tienen los palestinos: la clave de Oriente Medio es Palestina, no Irán, a pesar de que Israel y Estados Unidos quieran centrar la atención internacional en este tema. Piensa que todavía hay demasiado miedo para confrontar el relato que utiliza Israel sobre el Holocausto y tiene esperanza en las nuevas generaciones.

Netanyahu no ha conseguido formar gobierno y el 17 de septiembre se repiten las elecciones en Israel. ¿Cambiará algo? En las mismas fechas tiene la audiencia por los casos de corrupción que le rodean.

Sí, es su última oportunidad para convencer a la Fiscalía que es inocente, pero si no lo consigue, tendrá que ir a juicio. En estas segundas elecciones no solo revalidará el apoyo, sino que obtendrá una mayoría clara. Imagino que una vez pasadas las elecciones intentará posponer la audiencia, para intentar hacerse con el Parlamento primero y conseguir la inmunidad. Es complicado de saber, peroparece claro que sí, volverá a ser primer ministro.

La corrupción no le ha hecho bajar la popularidad.

Hay una parte del electorado muy fiel: la segunda generación de judíos que vienen de los países árabes, la segunda generación de judíos rusos y algunos grupos de judíos europeos que viven en pequeñas ciudades y pueblos en Israel, no en las grandes ciudades como Tel Aviv o Haifa. Ellos no se benefician demasiado de la prosperidad económica y todavía creen que el partido laborista, que ni siquiera existe ya, lo que ellos llaman la izquierda, es el culpable de que la vida les vaya mal. Para ellos, Netanyahu es la figura que venga una supuesta humillación.”Los colonos cada vez crecen más y tienen más influencia sobre Israel y nunca votarían un partido que no fuera el Likud”

El otro grupo de gente que vota Netanyahu son los colonos, no lo quieren con locura, pero cada vez crecen más y cada vez tienen más influencia sobre Israel. Solían ser un grupo marginal, pero ahora son importantes. Ellos nunca votarían por ningún otro partido que no fuera el Likud. Sin embargo, hubieran preferido a otro como primer ministro. No necesitan ni quieren a Netanyahu, necesitan y quieren al Likud, quieren un gobierno de derechas. Puedo imaginar que pasan vergüenza por los casos de corrupción pero, aún así, lo votan. Pasa en todas partes y resulta incomprensible, ya que votan gobiernos que hacen sus vidas peores. Ya se lo puedes decir de todas las maneras: no hacen caso, aunque haya la evidencia.

A menudo, el discurso nacional pasa por delante del proyecto de gobierno.

El nacionalismo es negativo, pero siempre es un tema complejo: por un lado, la autodeterminación es un derecho, pero no debería ser un tema tan fuerte como para que nos lleve a ignorar otros temas. Pero no quiero hablar demasiado del nacionalismo, tengo amigos en ambos lados [ríe].

Apenas hace un año Donald Trump rompió el acuerdo nuclear con Irán. ¿Cómo afecta este movimiento a los palestinos?

“La autodeterminación es un derecho, pero no debería ser un tema tan fuerte como para ignorar otros temas”

No les afecta de manera directa, pero sí indirecta. Netanyahu lo ha hecho muy bien durante estos últimos años redirigiendo la atención hacia Irán, alejando la cuestión palestina y creando otra narrativa: el problema no son los palestinos, sino Irán. Lo ha hecho para dispersar la atención sobre la cuestión palestina. Esto es muy negativo para el pueblo palestino, porque cae en el olvido de la comunidad internacional.

La clave de Oriente Medio no es Irán, es Palestina. Obama no permitió que Netanyahu jugara a este juego y se centró más en la cuestión palestina y en un intento de proceso de paz. Trump ha dado carta blanca a Israel para hacer lo que quiera. Es una narrativa muy simple pero les funciona.

Esta postura también la comparten el escritor y doctor palestino residente en Barcelona Salah Jamal o Elías Sanbar, miembro del Consejo Nacional Palestino y embajador en la UNESCO: Israel quiere que la comunidad internacional olvide los palestinos.

Exactamente. Hacen lo mismo con la cuestión del antisemitismo. Quieren hacer creer que hay un discurso antisemita cuando en realidad no es así. El objetivo es que no se hable de Palestina.

¿Hay mucha diferencia en la agenda política exterior estadounidense respecto a Palestina cuando gobiernan los demócratas o los republicanos?

Desde la perspectiva palestina, la diferencia entre unos y otros no es demasiado grande. Hay una diferencia de estilo, la manera en que se habla de la cuestión palestina, pero desde 1967, los Estados Unidos se han comportado de manera deshonesta y nunca han prestado atención a los intereses de los palestinos o a sus necesidades. Los demócratas no cierran oficinas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington y no recortan las subvenciones a la UNRWA [la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos].

Hay algunas diferencias importantes, pero históricamente hablando, la diferencia no es demasiado grande. La cuestión interesante aparece ahora, con el nuevo movimiento democrático encabezado por Bernie Sanders o Alejandría Ocasio-Cortez, que son abiertamente pro palestinos. Si miramos al futuro, es posible que a partir de ahora sí que haya diferencia entre las políticas de los demócratas y las de los republicanos sobre Palestina. También hay una nueva generación de judíos que votan los demócratas que son pro palestinos. Tendremos que esperar y ver.

¿Piensa que si Kennedy no hubiera sido asesinado en 1963 las cosas habrían sido diferentes?

Absolutamente. Hasta el 1963, la Casa Blanca nunca aprobó la negación del retorno de los refugiados palestinos. Siempre tuvieron una postura a favor de Israel, pero desde la presidencia siempre se expresó el malestar respecto a la postura de Israel de no dejar retornar a los refugiados. Se decía que política y moralmente no era correcto e intentaban presionar a Israel.

Antes de morir, Kennedy intentó poner en marcha una nueva iniciativa para intentar convencer a los israelíes que los palestinos tenían el derecho de volver. Entonces, misteriosamente, fue asesinado. La coincidencia es interesante.

¿Podría sobrevivir, el estado de Israel, tal como lo conocemos, sin el apoyo de Estados Unidos?

No lo creo. Al menos, no lo hubiera podido hacer hasta ahora. Actualmente, Israel ya trabaja con China, India y algunos países de África y está empezando a establecer sus propias conexiones.

Usted siempre dice que los gobiernos europeos todavía tienen miedo de confrontarse con el sionismo.

Sí. La situación varía de un país a otro, pero en términos generales, sí. Las élites políticas europeas todavía aceptan la narrativa que Israel es la compensación por el Holocausto y un milenio de antisemitismo. No se han podido liberar de eso, todo el mundo sabe qué pasa en el terreno. Es una narrativa que aún funciona y Israel la utiliza de manera cínica, pero se equivocan: para que esto no será así siempre.

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