El escritor Barry Lopez falleció hace menos de un año, pero, afortunadamente, dejó como legado ‘Horizonte’, un libro que nos permite revivir sus pasos alrededor del mundo y nos acerca a su profunda humanidad
“Una historia que pretenda mostrar la trayectoria vital del abuelo que lee junto a la piscina podría muy bien comenzar 65 años antes de ese momento en Hawái, en una ensenada del estrecho de Long Island llamada Mamaroneck Harbour“. Así comienza la reciente autobiografía viajera de Barry Lopez, al que varios críticos han catalogado como “el mejor escritor de naturaleza del mundo”. No es para menos: ya en 1986, su ensayo Sueños árticos (Capitan Swing, 2017), que narraba sus andanzas a través del continente helado, ganó el National Book Award y el favor de los lectores.VER 24 FOTOSAntártida, un viaje en imágenes por el continente helado
El volumen impresiona cuando lo tienes en las manos: casi 600 páginas. Pero, ya en sus primeras líneas, la lectura logra atraparte con su lucidez, con su viveza, con la humildad con la que retrata su apasionante vida este escritor cultísimo que ha sido repetidamente comparado con Thoreau. “A medio camino entre el periodismo literario, las memorias y el cuaderno de viaje, Horizonte incluye pinceladas de historia, de ciencia, de filosofía, de antropología y de sociología, que hacen de este un libro único y revelador. El logro culminante de uno de los grandes pensadores y voces más humanas de los Estados Unidos”, continúan desde Capitán Swing.
De Hawái, como decíamos, al Cabo Foulweather, en Oregón; de la mítica isla de Skraeling -allí solo hay ruinas de antiguas casas inuits- a Canadá; de Puerto Ayora, en Ecuador -uno de los lugares del mundo con mayor biodiversidad- a Camp Jackal, localizado en algún lugar secreto de África-; de Australia a la Antártida, para acabar en Chile. Lopez nos lleva de la mano durante viajes que solo soñaríamos con hacer, a impresionantes rincones del mundo donde rara vez hay hoteles, pero sí todo tipo de interesantes personajes -hay que serlo para estar en los confines de la Tierra-: científicos, arqueólogos, artistas, indígenas…
El autor se extasia ante la vista de la naturaleza, pero es muy consciente de su fragilidad, por ejemplo, cuando su barco es capaz de atravesar navegando suavemente una zona polar tradicionalmente helada. ¿Dónde están los osos? ¿Dónde están las focas? No hay lugar para estos animales en un mundo que se sumerge, nos cuenta Lopez sin aspavientos, a través de su mirada siempre honesta y modesta, a través de esa voz única que resulta uno de los más elocuentes testigos de un mundo en peligrosa transición.
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