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Gert Nygårdshaug: “Se asesinan más ecologistas en el Amazonas que nunca”

Por La Vanguardia   ·  24.12.2020

Hagan la prueba: vayan ustedes a un noruego y díganle: Mengele Zoo. La amplia sonrisa que se dibujará en su rostro será indicativa de que este libro de Gert Nygårdshaug (Tynset, 1946) es, para ellos, más que una novela. Fenómeno editorial nórdico, que obtuvo el premio de los libreros y fue elegida libro más importante de las últimas décadas por los lectores, llega ahora a nuestras librerías –de la mano de Nórdica/Capitán Swing y Cossetània– tardíamente, pues la edición original se remonta a 1989 aunque ha dado origen a una serie con los mismos personajes que cuenta ya con cinco libros, el último del 2018. El protagonista de esta primera entrega es Mino, nativo de la selva amazónica, coleccionista de mariposas, que ve cómo los intereses de las grandes corporaciones destruyen todo aquello que más quiere, empezando por su padre y acabando por el ecosistema.

El lector asiste a su crecimiento como viajero, buscavidas, mago y amante, y a su posterior formación de un simpático grupo terrorista global, que mira a sus víctimas como Astérix y Obélix a los romanos pero que acaba con ellas usando sofisticados métodos dignos de Tom Cruise en Misión imposible. A las ocho de la mañana, tomando un te antes del desayuno, desde la biblioteca de su domicilio en la ciudad de Lier, Nygårdshaug responde por correo electrónico las preguntas de este diario.

REFERENTES

“Soy un fan del realismo mágico y mi personaje se quiere vengar, como el conde de Montecristo”

¿Cuál fue su primera idea?

Me vino durante mi primer viaje al Amazonas, donde fui a investigar el asesinato del activista Chico Mendes, defensor de la selva tropical. Permanecí allí tres meses, y luego sentí que tenía que escribir una novela con todo lo que había vivido.

El lector, incluso el más pacifista, simpatiza con las acciones terroristas del grupo. ¿Por qué? ¿Por el tono humorístico? ¿Por la atmósfera como de fábula?

Porque Mino lucha por una causa justa y porque ha sufrido mucho dolor en su infancia y crecimiento. Pero sí, tal vez el factor fábula es determinante.

La obra tiene treinta años pero parece escrita hoy: destrucción del medio ambiente, los largos tentáculos de las corporaciones… ¿Le sorprende su vigencia?

Pues sí, estoy sorprendido. Pensaba que los líderes políticos del mundo entenderían la importancia de cuidar los biotopos más fundamentales del planeta. Pero, desgraciadamente, la cosa ha ido a peor. Hoy se quema cuatro veces más selva tropical que hace veinte años. Es increíblemente triste.

¿Por qué Mino colecciona mariposas? ¿Es también una afición suya?

Siempre veía, en mis viajes al Amazonas, a chavales cazando mariposas para vendérselas a los turistas. Acabé interesándome y apasionándome por el tema, y aquí en casa tengo una gran colección.

Parece un libro escrito por un latinoamericano, no por un noruego…

Gracias, me lo tomo como un gran cumplido. Soy un fanático de los narradores latinoamericanos y de su uso del realismo mágico para atrapar al lector. Intento hacer lo mismo.

TRABAJO DE CAMPO

“La idea me vino en mis viajes por el Amazonas, donde conviví durante meses con los indígenas”

La novela tiene humor pero también épica.

Mezclar esos dos elementos era importante para mí. Es mi manera de seducir al lector y obligarle a ir pasando las páginas hasta el final.

¿Cómo definiría a Mino?

Es un joven traumatizado por sus experiencias de la infancia, cuando vio cómo asesinaban a su familia y destruían su pueblo. Su trauma le conduce a buscar venganza. Y lo consigue. Se convierte en terrorista.

Tiene algo de dickensiano pero también de Conde de Montecristo…

Es una aguda observación porque, desde luego, son referentes que reconozco.

La segunda parte de este primer libro tiene mucho de thriller, con un montón de posibles spoilers, además.

Intento que el contenido sea emocionante, pues es importante que mi mensaje se difunda entre cuantos más lectores mejor.

Los cuatro terroristas practican el amor libre, respetan la naturaleza, son alegres… ¿Una especie de hippies asesinos?

Viven en su propia burbuja. Son felices cuando están juntos y coinciden en su afán de venganza contra los que destruyen la selva. Las dos mujeres tienen mucha conciencia política, no juegan un papel secundario en relación a sus compañeros masculinos sino que son sus iguales.

Las escenas violentas son brutales, muy plásticas. Parece que disfrute escribiéndolas…

Para nada, no disfruté escribiendo esta novela, yo soy un pacifista. Cuando la acabé, me di cuenta de su brutalidad pero, por desgracia, la realidad en el Amazonas es aún más brutal. Y ha empeorado. La Rainforest Foundation tiene muchos informes que documentan genocidios y homicidios que se están cometiendo hoy. Me apena decirle que este año 2020 se han asesinado a más activistas medioambientales en el Amazonas que en los últimos años. Más que nunca, y quedan impunes.

¿Cómo fue su investigación para la novela?

Viví varios meses con las tribus locales en la selva amazónica. Estuve allí muchas veces a lo largo de los años 90. Así que mi investigación ha sido profunda y se refleja en los cinco libros de la serie.

¿Cómo ve el conjunto?

En la última entrega del quinteto, Zoo Europa, junto a todos los personajes de las novelas anteriores. La secuela de Mengele Zoo se titula El árbol del cielo, y la considero una de mis mejores novelas.

¿Cómo pasa sus días?

Escribo unas pocas horas por la mañana, luego trabajo en el jardín y bebo un poco de vino. A veces me voy a pescar a las montañas. En invierno, normalmente, cuando se podía viajar, me trasladaba a la maravillosa España para disfrutar de su deliciosa comida, sus vinos y seguir escribiendo.

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