Alfredo ValenzuelaSevilla, 8 mar (EFE).- Emmeline Pankhurst (Manchester, 1858-Londres, 1928) asistió con sólo 14 años a su primera reunión por el sufragio femenino, fundó la Unión Social y Política de las Mujeres (WSPU), encabezó un movimiento reivindicativo y agresivo, conoció la cárcel e hizo huelgas de hambre como cuenta en “Mi historia”, ahora publicada en España.Aunque la revista “Time” en 1999 la clasificó como una de las cien personas más importantes del siglo XX, Pankhurst sufrió el menosprecio de la sociedad británica de su época, el rechazo de los políticos, la sorna de la prensa y, golpeada, esposada y encarcelada, el maltrato policial como ella misma cuenta en esta autobiografía en edición y traducción de la poeta y escritora Gloria Fortún, publicada por Capitán Swing.Gloria Fortún ha dicho a Efe que se trata de la primera traducción al español de una obra publicada en 1918, “lo que da una idea de lo importante que ha sido el borrado al que se ha sometido a las mujeres, aunque hayan sido personajes tan importantes como ella”.Fortún, también autora del prólogo de esta primera edición en español, ha destacado que se trata de una autobiografía que al estar escrita en un momento en el que las británicas aún no habían conseguido el voto -aún habrían de esperar diez años- “parece que se está leyendo en tiempo real” según los acontecimientos históricos que describe.”Es un libro muy detallado, importante para la memoria histórica del feminismo, ya que menciona a muchas activistas y a sus aliados; también es un libro muy bien escrito y un auténtico manual de acción directa, ha señalado la traductora para destacar también el nivel de compromiso adquirido por Pankhurst y sus seguidoras:”Antepuso la causa a cualquier otra circunstancia de su vida y así se lo exigía a las sufragistas, a las que, si no, invitaba a abandonar el movimiento; estaba convencida de que si las mujeres vivían en condiciones infernales era porque los hombres no legislaban para cambiar su situación”.Escritas al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Pankhurst, cuyo ánimo batallador nunca decayó, concluyó el relato de su vida asegurando que “por el momento hemos bajado las armas, pues la amenaza de la guerra extranjera que se cierne sobre nuestra nación nos ha impelido a declarar una tregua”,Y confiaba en que una vez terminada la guerra “nadie querrá emprender la imposible tarea de destruir incluso de retrasar la marcha de las mujeres hacia su legítima herencia de libertad política, social y laboral”.La revista “Time” la incluyó entre el centenar de personas más importantes del siglo pasado al considerar que fue ella quien “moldeó la idea de mujer de nuestra época; impulsó a la sociedad hacia una nueva estructura de la cual ya no podía haber vuelta atrás” y porque su actuación fue “crucial” para lograr el sufragio femenino en Reino Unido.Madre de cinco hijos, casada con un abogado partidario del voto femenino que siempre apoyó su activismo político, fundó en 1903 la WSPU, que posteriormente se convertiría en el Partido de la Mujer, y fue partidaria de la acción directa, de ahí el lema de este grupo integrado exclusivamente por mujeres: “Hechos, no palabras”.Llevadas de esa idea de la acción política, se enfrentaban a la policía, rompían ventanas y mobiliario urbano, provocaron incendios y disturbios y fueron encerradas en prisión -caso de la propia Pankhurst y de dos de sus hijas, entre otras militantes sufragistas-, donde efectuaban huelgas de hambre también en demanda de mejorar las condiciones de las cárceles.En las páginas de “Mi historia” cuenta su primer ingreso en prisión, a donde fue conducida junto con otras activistas en el mismo furgón que transportaba a los delincuentes comunes, condenada por haber protagonizado una protestas en las mismas puertas del Parlamento británico:”Recuerdo los escalofríos al pensar en nuestras mujeres, muchas de ellas apenas niñas, que habían sido transportadas a prisión en la misma furgoneta que ese tipo de criminales varones”. EFE
Ver artículo originalEmmeline Pankhurst, la larga y penosa lucha por el voto femenino
Por EFE · 08.03.2022