Se edita la gran novela sobre el líder que rebeló a los esclavos de EE.UU.
El ‘extraño fruto’ colgado de los árboles al que cantó Billie Holiday en su inmortal himno sobre las ejecuciones de los esclavos del Sur tiene el espíritu de Nat Turner, el Espartaco que protagonizó en 1831 una rebelión contra los blancos y acabó en la soga. En este acontecimiento poco conocido de la historia de Estados Unidos se basó el escritor William Styron para escribir Las confesiones de Nat Turner, novela que acaba de editar Capitán Swing.
Esta obra, galardonada con el Pulitzer en 1968, supuso la confirmación de la calidad literaria de Styron (1925-2006), coronado por escritores de la talla de Norman Mailer como el heredero más legítimo de Faulkner. La novela se edita poco antes del estreno en España de El nacimiento de una nación, película basada en el libro que viene de triunfar en el último festival de Sundance. El escándalo sexual de su director, Nate Parker, recién salido a la luz, la ha marginado de la carrera por los Oscar.
Parker copia intencionadamente el título del filme de D.W. Griffith, obra maestra del cine mudo, que un siglo después se mantiene como icono cultural entre los supremacistas blancos por tratar al Ku Klux Klan como si fuese un club de gente honorable. La película de Parker es su respuesta negra.
La novela de Styron, a su vez, bebe del un documento redactado por el abogado de oficio Thomas R. Gray, que fue defensor de Turner en el juicio. Styron, sureño y blanco, se inspiró en este texto para profundizar con honestidad en una historia salvaje que sucedió en un condado de Virginia, a escasos kilómetros de donde él nació. Y recordar un hecho de su América que había sido silenciado.
Leer a Styron da una visión diferente del fenómeno de la esclavitud (hay que recordar que la población negra ha vivido en América más tiempo presa que libre) al habitual en la literatura. Ésta siempre se ha centrado en la crueldad del yugo (Doce años de esclavitud) o en el retrato simplista que muestra a los negros como bonachones mansos (La cabaña del tío Tom o Lo que el viento se llevó). El Turner de Styron es mucho más complejo. Un hombre que aprendió solo a leer y escribir. Aquel que durante unas horas pudo coger el látigo que tantas veces había sufrido.
Autor del artículo: Jorge Benítez
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