El naturalista, divulgador y escritor José Luis Gallego publica ‘Disfrutar en la naturaleza’, una selecta colección de recuerdos y experiencias en el medio natural
Capitán Swing edita en castellano el libro de Richard Louv en el que se documenta el ‘trastorno por déficit de naturaleza’

La lectura y la naturaleza son dos de los placeres que tenemos la oportunidad de rescatar en épocas de relativa tranquilidad como el verano. Dos formas de gozar de la vida que se unen en los libros que recomendamos desde La Vanguardia Natural para estas vacaciones: Disfrutar en la naturaleza , de José Luis Gallego (Alianza Editorial, 2018); y Los últimos niños en el bosque , de Richard Louv (Capitán Swing, 2018).

Acostumbrados al mundo hiperactivo y multimedia que tenemos la suerte de vivir, nos puede parecer extraño que un libro sobre naturaleza no esté repleto de fotografías y gráficos espectaculares. Disfrutar de la naturaleza no incluye este tipo de recursos visuales tradicionales. Todos sus colores, o sus transparencias -como prefiere decir José Luis Gallego-, se expresan con palabras. En total, 254 páginas llenas de sentimientos, conocimiento y ganas de compartir un amor por la naturaleza que en ocasiones dejamos abandonado a la espera de unas vacaciones que siempre se hacen cortas.

Gallego (Ecogallego, colaborador habitual de LVNatural) recoge en su nuevo libro 40 episodios de vida y un epílogo en el que resume diez consejos para perderse en la naturaleza con garantías de éxito.

No es una autobiografía pero en todos los rincones de sus relatos, José Luis recupera sus experiencias vitales como argumento para recordarnos que la naturaleza forma parte de nuestro ser más profundo. Para refrescarnos la memoria de los momentos de felicidad que hemos pasado o que podemos pasar en contacto con los animales, las plantas e incluso las piedras (no se pierdan el capítulo 26, ‘Disfrutar coleccionando’).

“No importa cómo vayamos a disfrutar de la naturaleza, el caso es hacerlo”
JOSÉ LUIS GALLEGO

La emoción -que el autor consigue transmitir y compartir- es el sentimiento principal de este libro pero no el único. Para amar la naturaleza es imprescindible conocerla y entenderla. En este sentido, ‘Disfrutar de la naturaleza’ también es una fuente de conocimiento, un libro donde aprender cómo funcionan y actúan los verdaderos protagonistas de nuestro planeta.

Los relatos que se suman en estas páginas se pueden leer en cualquier orden pero hay algunos que son imprescindibles. Nadie puede perderse las reflexiones de los dos últimos capítulos (‘La fortuna de vivir aquí’ y ‘Llévame al campo’). Este último, precisamente, enlaza con la segunda lectura que recomendamos desde este canal-sección especializado en naturaleza y medio ambiente de La Vanguardia.

Richard Louv publicó en 2005 un libro imprescindible para entender a una sociedad en la que se confunde la amistad con las redes sociales y en la que sustituye la vida real con videojuegos. Capitán Swing ha publicado ahora una edición en castellano de este libro internacionalmente reconocido.

“Los sistemas educativos, los medios de comunicación y los padres y madres, todos con buenas intenciones, están consiguiendo asustar a niñas y niñas , de manera que se mantengan alejados del bosque y del campo”
RICHARD LOUV

Los más jóvenes quizás no entiendan de qué les hablan Richard Louv y José Luis Gallego, pero para eso están los libros (además de los profesores, padres y abuelos).

Los últimos niños en el bosque recuerda el tiempo en que la infancia se vivía en contacto con el barro, los árboles y los gorriones; una forma de aprender a vivir que Louv reivindica con muchos y muy acertados argumentos.

El primero de todos, como coincidía Gallego, es que para amar hay que conocer. Hay excepciones pero, por lo general, los niños que nunca se han subido a un árbol no se preocupan cuando arden los bosques.

El segundo es que empezamos a tener evidencias científicas que nos permiten asegurar que “la exposición directa a la naturaleza es esencial para un desarrollo infantil sano”.

Los argumentos de Richard Louv han convertido en una hipótesis plausible el denominado trastorno por déficit de naturaleza.

Por si les sirve de ayuda, los libros de Gallego y Louv son dos magníficas medicinas para que los jóvenes y nosotros mismos no enfermemos.

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