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De una mafia a otras

Por La Central  ·  14.02.2010

Una grata sorpresa, el libro publicado por Capitán Swing, Los orígenes de la Mafia. Se trata de una composición ideada por el editor que reúne varios textos de procedencia diversa pero que confluyen ofreciéndonos una mirada particularmente interesante sobre la mafia “arcaica”; es decir, la mafia circunscrita al ámbito rural y centrada en pequeños negocios locales, antes de las grandes alianzas con el Estado y el Vaticano, de dedicarse al expolio del presupuesto público y al tráfico de drogas, antes también de los generalización de los estereotipos cinematográficos.

¿De dónde procede el interés? Diría que se trata de una doble fuente: por una parte, escritos pioneros que se refieren a la originalidad del fenómeno siciliano, como los de Tocqueville y Mosca; por otra, textos que apuntan hacia un análisis agudo de la dimensión antropológica del fenómeno, como el artículo de Hobsbawm y particularmente el texto de Diego Gambetta (autor de una monografía sobre la mafia siciliana que disecciona con precisión la lógica de su funcionamiento económico, la Mafia entendida como negocio de la protección privada). No obstante, por su pertinencia para nosotros hoy, destaca sobre los demás el texto de Leopoldo Franchetti.

Franchetti escribió este informe sobre las “Condiciones administrativas y políticas de Sicilia” en 1876, después de diversos viajes a la isla. Como muchos italianos del Norte, su preocupación fundamental era indagar cómo era posible que las comunidades rurales del Sur se resistieran a incorporarse a la modernidad, aun cuando la nueva constitución y las leyes de inspiración liberal fuesen las mismas para todo el país…

De su informe se desprende una situación de corrupción generalizada capaz de fagocitar toda legislación y cualquier intento de control policial. Conforme leemos sus descripciones de las variadas componendas delictivas y las mil artimañas recurrentes para burlar la ley, no podemos dejar de pensar en nuestros propios corruptos. ¡Hay tantos puntos en común! En ambos casos, el siciliano y el nuestro, las mafias actúan como colisión de una minoría que actúa con el objetivo de proteger sus privilegios inmediatos y así, de común acuerdo, perpetuar a medio plazo una condición de asimetría respecto al acceso a los recursos y al poder.

Hay descripciones de Franchetti que nos dejan perplejos, como si se refirieran a casos presentes entre nosotros: sabemos que nos roban, conocemos sus trucos, no obstante preferimos seguir siendo robados, mientras eso nos garantice la permanencia, real o imaginada, en un círculo de próximos al poder…

En fin, encontramos muchos paralelismos pero sin olvidar una gran diferencia: entre nosotros no se da el recurso a la violencia. Pero será sobre todo porque no resulta necesaria: quizás nuestro sistema de corrupción sea lo suficientemente fluido y está lo suficientemente difuso como para que pueda funcionar sin recurrir la violencia.

Maneras de hartarse de robar y seguir en casa, sin pagar a ningún sicario o similar, de momento.

Antonio Ramírez

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