Hace 10 años surgió este sello de no ficción, casi en plena crisis económica. Contra la miseria y la precariedad, ideas y lecturas. Daniel Moreno es el editor jefe de Capitán Swing, una editorial española centrada en política, pensamiento y sociología que está publicando algunas de las obras que mejor están explicando nuestra contemporaneidad. En 2020 cumplen 10 años y hablamos con Moreno para saber cómo es la labor del editor en un pequeño sello editorial en estos ‘Tiempos Modernos’.
-¿Por qué el nombre Capitán Swing?
-La ocasión de encontrar un nombre para un proyecto siempre conlleva frustraciones, es casi imposible dar con la tecla adecuada en un entorno ya saturado de marcas. El proyecto inicialmente iba a ser colectivo y siempre se buscó un seudónimo o un alias. El nombre está relacionado con el sabotaje “informativo” en los orígenes de la revolución industrial, los llamados destructores de máquinas (los luditas). El nombre evolucionó en el imaginario general, a través del firmante de las amenazadoras ofensas, podía ser el Rey Ludd, Robin Hood o el Capitán Swing. El nombre aunaba ese anonimato, era original y poco conocido y entroncaba bien con la filosofía política y de reivindicación de las publicaciones, además de una especie de contratecnologismo en un momento donde la lectura en papel se cuestionaba con la llegada del ebook.
– Vuestro primer libro, si no me equivoco, fue Florencia insurgente de Maquiavelo. ¿Por qué?
-La editorial arrancó con muy pocos recursos. Cuando inicias de esa manera el planteamiento es a priori publicar autores sin derechos para abaratar costes. Era un libro inencontrable de un autor universal y el fragmento de las historia florentinas que compone el libro (el libro entero excedía nuestros intereses) nos venía como anillo al dedo: la insurrección de las clases bajas en la Florencia de los Médici que brevemente llevó al poder a uno de los gobiernos más democráticos de la historia medieval europea. Todo ello en un período en el que las clases más bajas demandaron mejores condiciones de vida en gran parte del continente.
– Vuestro catálogo está muy centrado en política y pensamiento, ¿qué otras editoriales extranjeras tenías en el pensamiento cuando creaste Capitán Swing?
-Las clásicas Verso books, AK press, Pluto press, pero también otras más académicas como Cambridge, Harvard, Princeton etc.. Como te decía al principio, cuando empiezas, es muy difícil contratar autores contemporáneos o actuales. Las agencias o las propias editoriales hasta que no llevas un tiempo no te hacen mucho caso, sólo con el paso del tiempo y a medida que vas creciendo eso cambia. Muchos de los títulos que teníamos en la lista inicial se quedaron sin poder salir y tienes que hacer de tripas corazón, así que en los inicios esas editoriales solo servían de inspiración de proyectos fraternales pero poco más.
– Es muy interesante comprobar cómo vuestro catálogo -supongo que vosotros mismos también- ha evolucionado al mismo tiempo que la sociedad lo ha hecho con temas como la crisis, el 15M, el cambio climático, el #MeToo, el Brexit, Tump y Puigdemont, el big data, las fake news, las guerras, los refugiados… Parece que os habéis esforzado en tener un libro (o varios) para cada una de estas problemáticas. ¿Ha sido así?
-La editorial ha ido creciendo en una década muy agitada sociopolíticamente y con multitud de temas a tratar o a recuperar, desde la crisis económica, la creciente politización social con el 15m, el fin del bipartidismo, pasando por las nuevas olas feministas, populismos, fascismos, nacionalismos etc. Creo que los hemos tocado todos de alguna manera. Para nosotros ha sido algo natural ya que nos sentimos cómodos con esas temáticas, creo que no hubo mucho oportunismo y no hemos tenido que ir a rebufo sino al compás de los cambios que estaban ocurriendo, más allá de las modas editoriales, incluso en algún caso adelantándonos a cierto proceso.
– ¿Y la industria editorial cómo ha evolucionado?
-La industria editorial ya había cambiado bastante cuando nosotros llegamos, quizás terminó de mutar en el proceso de llegada. Las editoriales independientes estaban comiéndole algo de tajada a las grandes y éstas han tenido que amoldarse a las nuevas formas (nuevos imaginarios editoriales, nuevos marketings y un trabajo comercial muy marcado, mayor dedicación en los diseños. cercanía con el espacio de venta, la manera de trabajar la prensa etc) y, sobre todo, a los títulos, autores y temáticas que las pequeñas estábamos publicando. A nosotros nos han “quitado” autores y hace que ahora sea muy difícil publicar a primeros espadas de nuestras temáticas más familiares. Lo que sí ocurrió es que aumentó el número de editoriales (buenas editoriales además) exponencialmente y por tanto la competencia en un momento de mercados marcadamente estrechos. Quizás lo que propicie ciertos cambios profundos en el corto plazo sea la fortaleza de Amazon, pero estos cambios afectarán a toda la cadena (librerías, distribuidoras) no sólo a los editores, prefiero no aventurarme a hacer diagnóstico a futuro sobre esto.
– Hablemos de algunos de vuestro títulos míticos: recuerdo especialmente a Owen Jones, también esas biografías amarillas y deliciosas de Fernán Gómez, Joseph Campbell o Angela Davies. ¿Cuáles han sido los long-sellers en estos 10 años?
-Una editorial debe reinventarse o perecerá, nuestros intereses también se fueron ampliando con el tiempo… seguimos publicando específicamente pensamiento pero ahora hay más pluralidad temática en la no ficción. Todos esos títulos y autores que mencionas funcionaron muy bien en el momento de publicarse y siguen vendiéndose año a año… sumaría títulos como Muerte y vida de las grandes ciudades y La producción del espacio, clásicos en su género cuya demanda no varía con el paso del tiempo. Para un editor este tipo de libros son los mejores, el fondo da sentido al proyecto y no dependes tanto de novedades más oportunistas que pueden funcionar o no en el momento y cuyo recorrido temporal es estrecho.
– También habéis hecho alguna coedición con Nórdica Libros como el Atlas de metros del mundo. ¿Cuándo es necesaria la coedición y cómo elegir bien compañero de viaje?
-En nuestro caso lo teníamos fácil. Mi hermano Diego de Nórdica trabaja en el sector. Necesario no era pero era algo que nos apetecía y viendo cómo otros sellos lo han hecho pues resultó ser una buena idea a la postre.Siempre nos ha gustado a cada uno lo que hacía el otro (ambos tenemos un formación parecida aunque él se decantó más por la ficción). La idea era hacer libros híbridos donde se mezclara bien la filosofía de ambos proyectos, luego al final hay veces que el libro tira más para un sello que para el otro, es algo un poco inevitable. Lo hemos convertido en una especie de tradición familiar, como las cenas de Nochebuena, así que creo que seguiremos coeditando.
– Echando un vistazo al catálogo de 2020 se percibe un equilibrio parecido al que habéis tenido últimamente entre traducciones y autores españoles (Peio H. Riaño, Andreu Escrivà y Carme Valls): ¿qué nos espera este 2020?
-La idea desde hace tiempo es que en catálogo convivan nuestras traducciones de siempre con libros de autores hispanoparlantes (españoles y latinoamericanos), con la intención de que haya cada vez más equilibrio. Haremos lo que se pueda porque a diferencia de las traducciones, publicar libros ad hoc o de encargo por así decir hace que el trabajo editorial se dilate mucho en un mercado que penaliza que no saques novedad rápido. Son tiempos editoriales un tanto incompatibles. En los últimos años, por suerte, se encendieron las alarmas y son ya numerosos los trabajos y estudios en los que se trata de atajar o simplemente denunciar la omisión e invisibilidad de las mujeres en gran variedad de espacios. Una realidad esperanzadora, a la que le queda un larguísimo camino por recorrer. En este recorrido este semestre tenemos las propuestas de Peio “Las invisibles” sobre el mundo del arte y el de Carme Valls “Mujeres invisibles” sobre el mundo de la medicina, en ambas el sesgo masculino de género ha sido la única medida. La salud diferencial de hombres y mujeres se aborda con el peso de un argumento estructural. Otra apuesta del año será la literatura ecologista, también un rasgo identitario del proyecto editorial. Ayudar a entender cómo está cambiando el mundo que nos rodea con la crisis climática, sin perder de vista el hecho de que nuestro conocimiento sobre el tema es incompleto y muchas veces (a pesar de la saturación de información sobre el tema) incorrecto, y cuál es nuestro papel en dicho cambio y que posibles soluciones podemos aportar son las bases del nuevo libro del ambiéntologo Andreu Escrivà.
– ¿El espíritu crítico será lo único que siga igual en Capitán Swing en esta nueva década en la que entramos?
-¡Siempre! Publiquemos lo que publiquemos, la filosofía siempre será emancipadora en un sentido amplio y de denuncia de un mundo desigual. Es nuestra filosofía editorial (nuestra mejor imagen de marca) porque es nuestra manera de ver el mundo y de intentar aportar nuestro granito de arena en ese aspecto