Contigo Dentro – Sexo del viejo

Por Cadena Ser  ·  25.02.2018

Quiero llegar a vieja. Quiero ser testigo de mi propia decrepitud, de mis pelos ralos y canos. Quiero asumir que mi físico deja de ser mínimamente relevante, que se me tiene en cuenta sin que tenga ningún valor la talla de la falda que lleve puesta. Que se me quiera siendo la mujer que llegue a ser. Quiero llegar a vieja para recoger el testigo de todas esas viejas que son tan valientes, ahora que aún no soy vieja y puedo reconocerme en ellas. Viejas capaces de luchar por sus derechos. Viejas que decidieron su propia ubicación en el espectro amatorio de otros. Viejas que eligieron colocarse donde mejor se sintieran.

¿Y dónde me veo yo de vieja?

Ojalá no tenga que explicar cómo quiero que me amen, cómo exijo que me mimen, cómo ofrezco que me quieran. No sé si para cuando ya no entre en los parámetros ajenos podré tener el sexo que me gusta ahora, ese que a veces es tan sucio que se nos llena la cama de fluidos varios.

Quizás mi SEXO de entonces consista en dormir abrazada. O escuchar una respiración determinada a mi derecha. O acunarme en el silencio más absoluto.

Con tal de que sea yo la que lo elija, me vale. A ciertas edades no estamos para que nos enseñen a vivir. Como mucho, para que, aquellos que tengan suerte de que los elijamos, quieran acompañarnos. A tener sexo del viejo.

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