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Cómo afrontar el cambio climático “sin angustia”

Por La Verdad Murcia  ·  25.02.2021

Andreu Escrivà (Valencia, 1983) viste unos vaqueros remendados y bebe agua del grifo. Ninguna heroicidad, simplemente un par de gestos coherentes con una de sus fórmulas para hacer frente a la emergencia medioambiental: consumir menos. Ambientólogo, doctor en Biodiversidad, responsable del Observatorio del Cambio Climático en la Fundación Valencia Clima y Energía y divulgador de éxito a quien se le entiende todo, Escrivá está triunfando con un sencillo ensayo de apenas 160 páginas -‘Y ahora yo qué hago. Cómo evitar la culpa climática y pasar a la acción’ (Capitán Swing)- en el que aporta consejos útiles – ¡ y sensatos ! – para tratar un poco mejor el planeta y no bajar los brazos ante mensajes confusos y fatalistas. O sea, que sí se puede. Esta tarde lo explica vía Zoom en el ciclo Cartagena Piensa, el muy recomendable ciclo de pensamiento y cultura científica que organiza la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento cartagenero.

«La tercera parte del libro iba a ser un recetario para afrontar el cambio climático, pero lo borré todo y lo dejé en unos consejos de tú a tú, como de un amigo a otro: lo primero es hablar del tema, demostrar que te importa. Igual que hablas de los resultados de fútbol, de las pensiones o de la última bronca en el Congreso. Lo segundo es reducir tu consumo; no se trata de hacer una vida ascética o volver a las cavernas, ni hacer voto de pobreza, sino que a las tres ‘r’ clásicas que nos enseñaron, reducir, reutilizar y reciclar, hay que añadir otras dos: rechazar y repensar», recomienda un comunicador científico que huye de «echar sermones» y de «causar angustia».

¿Qué hacer entonces, ante el continuo bombardeo publicitario que nos llega por tierra, mar, aire y redes sociales? «No solo tenemos poder para elegir qué producto podemos comprar, sino también si queremos consumir o no. Hay que enviar señales de que no es necesario comprar tantas camisetas ni renovar el vestuario cada año. Mi móvil tiene cinco años y funciona perfectamente, aunque es verdad que veo anuncios y me dan ganas de cambiarlo ahora mismo. Cuando me preguntan por el móvil más sostenible, siempre digo: el que llevas en el bolsillo».

Andreu Escrivà es un tipo tan tranquilo que no le irrita ni siquiera la obsolescencia programada, pero tiene sus armas para luchar contra el desgaste prematuro de los materiales: «Hay que hacer que las cosas duren todo lo posible. Yo, por ejemplo, llevo muchos pantalones remendados; no es que parezca Carpanta, pero camino mucho y hay partes que se me rozan. Pues los arreglo y no pasa nada, los pantalones siguen funcionando y pueden durar muchos años. Lo importante en la ropa no es que sea de algodón orgánico, sino que te la pongas muchas veces». Tomamos nota.

Disponer de tiempo también permite arremeter contra la línea de flotación de los comportamientos insostenibles, sostiene Escrivà. «Hay que luchar por nuestro tiempo. Mediante el teletrabajo o con una mejor organización, con más tiempo iremos menos acelerados y eso nos permitirá consumir menos y mejor. Podremos hacer más desplazamientos en transporte público, caminando o en bici, y además será más fácil ir tranquilamente a la tienda de barrio con la lista de la compra, de donde nos llevaremos menos envases de plástico que si vamos al súper. El tiempo también sirve para leer recetas y cocinar en casa en lugar de adquirir comida preparada o envasada».

El autor de ‘Y ahora yo qué hago’ hace sugerencias tan poco extravagantes como pensar con la cabeza: «Es más fácil consumir menos, sencillamente, reflexionando sobre qué nos hace falta y qué nos aporta lo que compramos o los viajes que hacemos, o las cosas de nuestro día a día que tienen un impacto ambiental innegable y que asumimos solo porque están ahí».

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