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Anna Freixas: “Si el cuidado de mayores está en manos privadas, siempre va a ser peor”

Por SER  ·  09.09.2021

Que algún día vamos a morir es la única certeza que todos tenemos. Vivimos con un reloj biológico que se acelera en nuestros últimos años. Cuando lo has vivido todo, cuando los que siempre estuvieron contigo empiezan a no estar. Cuando crece la distancia entre el cómo te ves tú y el cómo te ven los demás. Aimar Bretos charla con Anna Freixas, escritora y psicóloga. El próximo jueves 13 de septiembre publica el libro ‘Yo, vieja’, de la editorial Capital Swing, en el que reflexiona sobre lo que significa hacerse mayor, envejecer, esa etapa vital llena de preguntas, mitos e incluso rechazo y discriminación.

La vejez y su formas

“Afortunadamente todos, tarde o temprano, vamos a ser viejos”, reflexiona Freixas. “La vejez que conocemos ahora no es la vejez histórica, la histórica ha estado muy vinculada a una imagen de una persona decrépita, estéticamente desagradable (…) En el fondo esta especie de espíritu capitalista que nos corroe hace pensar que solamente en la época que eres laboralmente activo eres valioso. Cuando en realidad, si miramos alrededor, muchos hombres y mujeres mayores son una pata fundamental del sistema”, dice en su conversación con Bretos.

“Homogeneizar a los viejos: ese es uno de los grandes pecados (…) Esto es una estrategia que tenemos para quitarnos a la gente de en medio, y no tener que pensar en que al ser diferentes necesitamos cosas diferentes, tenemos deseos, gustos diferentes (…) Existe una cierta disposición por parte de quien cuida para entender esa diferencia”

“Como dijo un amigo mío: “Cuando nos hacemos viejos vamos a más. Soy de la rama optimista de la vida, pero si creo que vamos a más en lo bueno y en lo malo. Hay gente que hace un verdadero esfuerzo en ir a más en lo bueno, por controlar el carácter, por no dejar pasar ni una de esas cosas que poquito a poco te van precipitando en la miseria”

La dignidad al hacerse mayor

“Digna quiere decir una persona que respetas y haces que te respeten. Es un proceso mutuo, es una relación entre la sociedad y la persona. La sociedad intenta apartarnos, pero nosotras también hacemos cosas que nos apartan, generan rechazo. Una manera de estar en el mundo, tiquismiquis, por ejemplo, por lo cuál también reivindico el ser tiquismiquis cuando sabes que lo que te está pasando es porque eres mayor o vieja. Como cuando nos pasa a las mujeres por el hecho de serlo”

“Hay muchas limitaciones que las mujeres nos encontramos: la idea de que la vejez requiere… veo mucho que hay una cosa que es el amor merengue. El amor merengue es el amor blandengue con el que tratamos a las personas mayores que en realidad oculta un deseo de que la persona desaparezca, no exista”

La sexualidad en las mujeres mayores

“Esto viene de la Edad Media. Somos el país que tiene la tasa de natalidad más baja del mundo, solo después de Japón. Pensar que la sexualidad tiene sentido solamente en el periodo premenopáusico ha servido para que los hombres tengan carta libre en todas las edades, pero en el caso de las mujeres más allá de la menopausia el sexo se considera un poco obsceno, innecesario, inadecuado. Y sobre todo que en las mujeres se genere una especie de rechazo”

¿Por qué nos cuesta hablar de la muerte?

“Las viejas del baby boom somos las primeras que podemos de manera colectiva o esporádica o individual podamos vivir… podamos inventar ser viejas. Para mí la muerte es un hecho muy difícil, hace poco murió mi pareja de hace 40 años. Ha sido un máster en aprender a respetar y a pensar en este tema tan difícil”

“Yo ampliaría el concepto de muerte digna a un entorno de paz, de respeto a tus deseos, a tus necesidades, en un espacio donde sabes que estás haciendo un trayecto y estás siendo despedido de la vida”

Las barbaridades en las residencias durante la pandemia

“Hay que repensar el modelo que tenemos. Me temo que todo esto quedará en palabras. Mientras el cuidado de las personas mayores esté en manos de alguien que va a hacer negocio con ese cuidado, ese cuidado siempre va a tener carencias. Como dijo Juan José Millás: si yo te quito un yogur y me ahorro cincuenta céntimos, siempre va a ser así. Tienes que cuidar en serio, con dedicación, con respeto”

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