La autora de ‘Nuestra menopausia: Una versión no oficial’ habla sobre cómo influye el ciclo vital de los hombres en las relaciones internacionales.
«La transmisión social de una idea negativa de la menopausia es universal en nuestra cultura». Con esta reflexión, Anna Freixas desarrolla ‘Nuestra menopausia: Una versión no oficial’, un título en el que la autora trata de cambiar la visión encasillada de este momento vital para las mujeres. «No es una enfermedad, ni un problema médico», relata durante una entrevista en ‘Hora 25’ con Aimar Bretos.
Freixas explica cómo la sociedad instaura esa idea «mala» de la menopausia. «Las niñas, las mujeres jóvenes, temen la menopausia. ¿Por qué? Porque el mensaje social es que la menopausia es el principio del fin», argumenta. Por eso, dice, el objetivo del libro es situar la menopausia en lo que es: un momento del ciclo vital que los hombres también tienen.
«Los hombres tienen andropausia y no pasa nada. La mitad de las guerras están hechas por andropáusicos, pero ese temor social que solamente a través de una conversación se da, hay que cambiarlo. Hay que decir que no solo es normal, sino que es un momento de cierta felicidad y bienestar. La menopausia nos sitúa en un momento bastante mejor», dice la autora.
La escritora ha tirado de una anécdota personal para explicar su posición. «Yo he escuchado a una médica hablar de los 80 síntomas relacionados con la menopausia. ¿Tú sabes lo que es esto? Significa que si se te cae una pestaña también tiene que ver con la menopausia, ¿no?», afirma. «Un síntoma es indicativo de una enfermedad. Algunas de las dificultades con las que nos podemos encontrar en la sexualidad, tú no las puedes definir como una disfunción porque lo estás patologizando», añade Freixas.
La expresión menopáusica
Durante mucho tiempo se ha utilizado la palabra «menopáusica» en términos peyorativos. Poco a poco se está empezando a desterrar. «Creo que si asumimos como propios todos los estigmas, es más fácil. Si estás en una reunión y te da un ‘sofocazo’, te quitas la chaqueta y te pones con el abanico y dices «esto de la menopausia qué cosas tiene». Eso es diferente a que en la misma situación trates de ocultarlo como sea y tienes una tensión y una ansiedad tremenda para que eso no se vea», explica la autora.
«A medida que las mujeres vayan normalizando verbalmente y socialmente que es un momento como cualquier otro, tendrá otra perspectiva social», sentencia Freixas.
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