«Absolutamente necesario e imprescindible»

Por Numerocero  ·  14.12.2012

No exagero si digo que la primera obra de Owen Jones está llamada a convertirse en un texto tan necesario como ‘La doctrina del shock’ para entender los tiempos que corren. Aunque Jones nos habla de cómo se demoniza en el Reino Unido a la clase obrera con el fin de debilitarla y desacreditarla, esa demonización se está produciendo en muchos otros países, aquí mismo, sin ir más lejos, cada vez que Rajoy nos acusa de haber vivido por encima de nuestras posibilidades o cuando el politicastro de turno justifica los recortes sociales alegando que las pensiones se gastan en televisiones con pantalla de plasma. En Inglaterra los llaman ‘chavs’, aquí se les llama ‘canis’ o ‘ninis’, pero el resultado es el mismo: parodiar a ese sector de la sociedad que no puede aspirar a un trabajo digno, cuyas vidas transcurren en el presenta más inmediato porque el futuro es tan negro que ni existe. Una parodia que no sólo busca callar y desligitimar cualquier pretensión de quien menos tiene, sino que a su vez tiene el valor de reconfortar a una clase media cada vez más empobrecida que no quiere empatizar con esa clase de la que inevitablemente terminará formando parte si las cosas siguen así. Es discurso clasista y simplista tiene un fin más que sirve a la clase dirigente y a esa clase patronal que guarda lingotes de oro en casa: justificar los recortes. ¿Para qué dar prestaciones por desempleo o alquileres sociales a un hatajo de perdedores que se han buscado su propia ruina? He ahí otra de las claves de ‘Chavs’, sí: no son las circunstancias macroeconómicas las que llevan a que millones de personas estén desempleadas, sino la propia voluntad. Sin duda un darwinismo perverso, pero que está en la base del discurso de muchos políticos, basta con recordar ese “si hace falta uno se va a trabajar a Laponia”, pero que quien no trabaja es porque no quiere.

Owen Jones, y éste es su gran acierto, no sólo expone la realidad contada desde diversos puntos de vista (desde ‘tories’ privilegiados a parados de larga duración), sino que analiza el cómo y por qué se ha llegado aquí… y sí, efectivamente, todos los caminos llevan a Margaret Thatcher, a la desindustralización y a esas grandes empresas que se han ido a buscar mano de obra barata en el Tercer Mundo. Puede que aquí no hayamos tenido una Dama de Hierro, pero esa fuga de industria y esas políticas neoliberales han hecho el mismo daño que en el Reino Unido o en cualquier otro país europeo, así que no resulta difícil reconocer los síntomas, los discursos del poder ni las reacciones de una ciudadanía desencantada con los sindicatos y que prefiere quedarse en casa a salir a votar.

‘Chavs’ es demoledor por lo reconocible, certero y vigente. Es, sin duda, una lectura imprescindible para hacer una correcta composición de lugar si se quiere entender mínimamente la sociedad en que vivimos.

 

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