Entradas agotadas. La conferencia de Vandana Shiva en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) ha generado interés. El tema, sin duda, lo valía. El activista medioambiental ha llegado a Barcelona para hablar sobre «el papel que la humanidad debe aceptar en un futuro condicionado por los efectos ecológicos, económicos, políticos y sociales de la crisis climática». Un problema, mantiene la conocida defensora de la soberanía alimentaria, cuya solución sólo puede ser colectiva, un compromiso con la Tierra con el fin de convivir con el resto de especies y culturas que la habitan y construir así un futuro en común. La conferencia, que llevaba por título Sembrar la libertad, se enmarca dentro del ciclo de actividades relacionadas con la exposición Después del fin del mundo, que se podrá ver en el CCCB hasta el próximo 29 de abril.
Shiva, que es autora de más de 20 libros, se encuentra en España para promocionar la edición española de su ensayo ¿Quién alimenta realmente el mundo? (Capitán Swing, 2016). Tras la breve presentación del director del CCCB, Vicenç Villatoro, Shiva ha cogido la palabra. A la autora india, hija de un guarda forestal y una granjero, no le gusta la palabra «cambio climático» y prefiere hablar de «devastación» y «caos climático». «La llamo la enfermedad metabólica del planeta», afirmó.
Shiva considera que la Tierra es una «entidad viva» cuyo equilibrio ha sido alterado por la llamada economía extractiva, principalmente la explotación de los combustibles fósiles. «Estamos quemando más de 20 millones de años», dijo en referencia a la industria petrolera. «Esta polución es lo que está llevando a esta enfermedad metabólica que llamamos cambio climático», ha añadido antes de enumerar algunas de las catástrofes recientes ocasionadas por el clima extremo, como inundaciones, sequías o ciclones que han causado miles de muertes en todo el mundo. Incluso el cambio climático ha jugado un papel en la guerra en Siria, señaló la activista.
Aparte de la economía extractiva, «la revolución verde» (que «ni era verde ni era una revolución», ha puntualizado), que tenía como finalidad aumentar la productividad del suelo y ha sido uno de los temas más tratados por Vandana Shiva, ha sido otro de los factores que ha acelerado el cambio climático. La autora de Soil not oil (2008) ha mencionado su investigación de los vínculos entre el agrobusiness y el cambio climático como, por ejemplo, el uso de fertilizantes químicos que utilizan materiales fósiles como base, los monocultivos o la concentración agrícola y ganadera. Además de crear gases de efecto invernadero, los fertilizantes químicos, recordó, destruyen la fertilidad del suelo. «Cuanto más se utilizan los fertilizantes químicos, menos comestibles son los alimentos», dijo.
Contra la manipulación genética
También los pesticidas y los organismos genéticamente modificados (GMO) están acabando con la diversidad de especies vegetales y animales, aseguró Shiva, siendo el caso más conocido el de la muerte de miles de abejas.
La autora ha criticado las grandes compañías multinacionales, como Monsanto, y su papel en países como India, al tiempo que ha elogiado el legado milenario de los campesinos indios o mexicanos, que han creado a través de su trabajo de generaciones variedades de alimentos de un mismo grano o de fruta, y los comparó con los alimentos que compramos en los supermercados actualmente. Estos, continuó, pueden tener buen aspecto o mucho jugo, «pero no tienen ningún sabor» a causa de los procesos industriales a que han sido sometidos.
Los alimentos que compramos en los supermercados, sostuvo, «no son alimentos, son productos que se parecen a alimentos» y que afectan negativamente a nuestra salud. Los campesinos «pueden hacer mucho con muy poco» y «las semillas no pueden ser creadas a través de ingeniería genética», manifestó Shiva, para quien «la tecnología ha reemplazado la religión».
Otro de los problemas señalado por Vandana Shiva, que en 1993 recibió el Right Livelihood Award (también conocido como Premio Nobel Alternativo), ha sido el desperdicio de alimentos. La activista medioambiental ha criticado igualmente al presidente de EEUU, Donald Trump por haber abandonado el acuerdo de París y renunciar al legado de su predecesor, Barack Obama en materia medioambiental. El sistema que hay detrás del cambio climático «es el mismo sistema que está destruyendo nuestras libertades», aseguró.
Ver artículo original