10º Aniversario
¡El capitán cumple diez años!
descúbrelo

Un severo correctivo al discurso dominante

Por Tendencias21  ·  20.03.2014

Con el fin de la guerra fría, apunta Seumas Milnes, nos habían dicho que las grandes cuestiones políticas y económicas habían quedado resueltas, que la democracia liberal y el capitalismo de libre mercado habían triunfado y que el socialismo era historia. A partir de ese momento, la discusión política iba a quedar reducida a guerras culturales y a los equilibrios entre impuestos y gastos, y el mercado decidiría todo lo demás.

En 1999, George Bush padre inauguraba lo que saludó como “nuevo orden mundial” basado en la supremacía militar norteamericana sin oponentes y el dominio occidental de la economía. (…) Pero entre el ataque a las Torres Gemelas en 2001 y la caída de Lehman Brother siete años después, aquel orden mundial se había desmoronado.

Sin embargo pronto se pondría de manifiesto la inconsistencia del anunciado, con tanta euforia, nuevo orden mundial. Paradójicamente, dice el autor, fue la reacción estadounidense al 11-S lo que terminó por debilitar tanto su propia autoridad internacional como el sentimiento de invulnerabilidad del primer imperio verdaderamente global. La respuesta increíblemente mal calculada de la administración Bush convirtió las atrocidades cometidas en Nueva York t Washington en el que puede que haya sido el ataque terrorista más eficaz de la historia.

La guerra contra el terrorismo de Bush no solo ha sido un fracaso en sus propios términos, pues ha generado terroristas a lo largo y ancho del mundo islámico y fuera de él, al tiempo que su brutalidad sin ley y sus campañas de asesinato, tortura y secuestro han desacreditado por completo la pretensión occidental de ser el guardián planetario de los derechos humanos; las invasiones norteamericana y británica de Afganistán e Iraq, que era el plato fuerte de dicha guerra, han mostrado de un modo igualmente fehaciente la incapacidad del Behemot global para imponer su voluntad sobre pueblos sometidos dispuestos a resistir.

En la introducción a La venganza de la historia Seumas Milne plantea que en la medida en que se iban poniendo de manifiesto los límites del poder estadounidense que comenzaba a percibirse en primer lugar con la defunción de la época unipolar, el primero de los cuatro cambios decisivos que han transformado el mundo en los diez primeros años del nuevo milenio, en algunos aspectos cruciales para mejor. El segundo fueron los efectos secundarios del crack financiero de 2008 y la profunda crisis que desencadenó en el orden capitalista dominado por Occidente, lo que ha acelerado a su ve< el declive relativo de estados Unidos.

El tercer cambio está marcado por el acelerado ascenso de China cuyo modelo de inversión dirigido todavía por el estado, le ha permitido capear los primeros años de depresión en el oeste sin padecer siquiera la ralentización, poniendo así en ridículo la ortodoxia neoliberal del libre mercado. Al mismo tiempo, la rápida expansión de China ha propiciado el surgimiento  de un nuevo centro de poder en el nuevo mundo bipolar, lo que ha significado un mayor margen de maniobra para los estados más pequeños. Más de la mitad de los intercambios comerciales chinos tienen lugar con economías en vías de desarrollo, lo que ha convertido al gigante asiático en un motor de crecimiento para los países del sur global.

Este profundo desplazamiento ha despejado a su vez el terreno para la corriente progresista de cambio social que ha sacudido Latinoamérica, el cuarto cambio global que ha dado forma, dice el autor, a este inicio de siglo. Gobiernos radical-socialistas y socialdemócratas han ido haciéndose con el poder a lo largo y ancho de la región; gobiernos que se han enfrentado a las injusticias económicas y étnicas, han forjado una nueva independencia regional, han desafiado el domino norteamericano y ha recuperado el control de recursos naturales que estaban en manos de grandes multinacionales. (Extracto de la Introducción)

La venganza de la historia, una antología de columnas y artículos de Milne publicados en The Guardian entre 1997 y 2012, supone un severo correctivo al discurso dominante en la primera década del siglo XXI. A través de una narración panorámica, Milne examina las causas de la crisis del crédito y de la Gran Recesión, revela cómo la política de intervención humanitaria es una fallida apropiación del territorio, explica el motor que se halla detrás de la colosal economía china, y descubre nuevos modelos de sociedad que están floreciendo en Latinoamérica. Brillante, audaz y siempre incisiva, esta obra es de lectura obligada para comprender qué ha ido mal: las convulsiones que nos han llevado a la crisis actual, las formas políticas emergentes del futuro, y el declive de Estados Unidos, un imperio global y corporativo que ya no puede actuar con la impunidad de siempre en un «mundo multipolar».

Ver artículo original