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‘St. Pauli’, la vida pirata, la vida mejor

Por The Way Out Mag  ·  06.06.2017

En tiempos de trasatlánticos multimillonarios, una aldea hanseática resiste victoriosa frente al impulso invasor del fútbol moderno. Un club modesto que, sin embargo, representa la conceptualización más romántica del juego en días negros para el deporte popular. Un equipo, el Sankt Pauli, que recoge e interioriza los movimientos sociales de izquierdas del barrio que le da el nombre. No gana sobre el campo, pero enamora por su defensa de los valores y la identidad; por el compromiso de su gente.

Natxo Parra y Carles Viñas documentan en este ensayo, St. Pauli. Otro fútbol es posible, el proceso por el que la escuadra de Hamburgo ha pasado de ser un club estandarizado a convertirse en una marca de culto y un símbolo de resistencia frente al fútbol moderno y capitalista. Para ello, los autores se sumergen en la historia desde su fundación (1910) hasta la actualidad. Su exposición es clara, meridiana y apasionada, pero en esencia quirúrgica y muy bien documentada. Como solo lo puede ser el mejor de los periodismos.

Tras los dos prólogos, firmados por el ex jugador e ídolo sankt-paulianer Deniz Naki y por el periodista Quique Peinado, la obra se desglosa siempre en torno al escudo y las implicaciones que arrastra el equipo hamburgués. El libro comienza con un repaso minucioso a la historia de la escuadra. Nada mejor para comprender la deriva actual que bucear en los años de fundación o comprender su funcionamiento en los años duros de las guerras mundiales y el Tercer Reich. Por otra parte, y no menos interesante, la investigación de Natxo Parra y Carles Viñas se puede leer, en ciertos tramos, como una explicación de los mecanismos del balompié alemán (federaciones regionales, multitud de competiciones, etc.) hasta la instauración de la Bundesliga que se sigue celebrando hoy en día, en la que el St. Pauli siempre sueña con jugar sin perder los valores identitarios.

Sin embargo, como detallan los escritores, no fue hasta los años ochenta cuando el St. Pauli se convirtió en lo que es hoy en día. Fue gracias a los grupos autónomos, punks y okupas que la grada del Millerntor se empezó a comprometer con los problemas y contextos del barrio de Sankt Pauli. Se podría hablar de que en ese lapso de tiempo nació el St. Pauli tal y como lo conocemos hoy, como símbolo de activismo y como una forma de entender el fútbol como espacio de reivindicación. Como catalizador del movimiento antifascista hamburgués al que pone voz el grupo Ultras Sankt Pauli (USP). A partir de entonces, el escudo del equipo, y sobre todo la icónica Jolly Roger (la calavera con dos tibias de los piratas que se asocia siempre casi como marca), han sido siempre un sinónimo de compromiso con las causas sociales. No en vano, explican Parra y Viñas que el conjunto braun-weisß es la escuadra profesional con una mayor presencia de mujeres en la hinchada, debido a su carácter feminista, y también el más seguido por los colectivos minoritarios como los refugiados (varias han sido las campañas por el “refugees welcome”) e inmigrantes. El único club europeo en el que incluso la directiva ha tomado parte en este tipo de conflictos, con el primer presidente abiertamente homosexual, por ejemplo.

De forma didáctica y periodística, St. Pauli. Otro fútbol es posible analiza las relaciones entre la junta directiva y la afición sankt-paulianer, tan estrecha que permite que los hinchas puedan vetar patrocinios si no se ajustan a los valores del club, por ejemplo, pero también los vínculos que mantiene la propia masa social con otros grupos de animación de carácter similar. En este caso se analiza, como es lógico, el hermanamiento entre los Ultras Sankt Pauli y la Green Brigade del Celtic de Glasgow en la conjunción denominada The Rebel’s Choice.

Por otra parte, el libro editado por Capitán Swing para su colección Especiales indaga también, aunque de soslayo, en la trayectoria deportiva del conjunto hanseático. Sin embargo, para qué detenerse en los resultados, ascensos y descensos del club cuando lo importante para sus propios aficionados es lo que representa y su asunción como espacio de activismo sociocultural y lucha de clases. Una gegengerade que actúa desde la unión para seguir demostrando que la colectividad es la mejor manera de combatir la voracidad del sistema. Lo escribe el propio Deniz Naki en su breve prólogo: “He experimentado y aprendido, sobre todo en mi época de jugador del St. Pauli, que la fraternidad y la solidaridad entre compañeros, y también con los rivales, pueden suponer una fuerza increíble y que, cuando nos mantenemos en pie unos con otros, no hay nada que nos pueda superar. Este equipo, gran orgullo de los auténticos hamburgueses, me ha enseñado que las fronteras solo existen en la mente.” Difícil añadir algo a las palabras del delantero kurdo, que simbolizan a la perfección lo que ha significado durante las últimas tres décadas el escudo del FCSP. El último reducto de resistencia. El fútbol como expresión de lucha, solidaridad y compromiso. Ya saben: la vida pirata, la vida mejor.

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