Tabaco y literatura han estado siempre vinculados. La imagen del escritor fumador es uno de los iconos que con más fuerza se ha asociado a la actividad artístico-creativa. Muchos escritores se han ayudado –seguramente la única propiedad “beneficiosa” del tabaco es que incorpora componentes que ayudan a su consumidor a concentrarse– del tabaco, en sus diferentes formas y modalidades,
para realizar su trabajo y sobrellevar de la mejor manera posible un trabajo caracterizado casi siempre por la soledad.

No obstante, el tabaco ha sido protagonista en contadas ocasiones. Dos de ellas las ha reunido la ya imprescindible Capitán Swing en su colección Polifonías: “Lady Nicotina”, del creador de Peter
Pan, James M. Barrie, y “Del placer y del vicio de fumar”, de Ettore Schmitz –más conocido por su seudónimo, Italo Svevo–, verdadero pionero de la novela psicológica y “discípulo” de las
teorías de Freud. En estas páginas, relatadas en primera persona, fumar lo es todo y el humo recorre las argumentos, con toques muy personales y autobiográficos y por donde se cuela su vicio favorito. En los dos textos, el tono es más bien humorístico y no escasean los alegatos a favor del tabaco que muchos fumadores podrán utilizar a partir del próximo 1 de enero en sus conversaciones.

Luis Alonso Girgado